sábado, marzo 31, 2007

Contrapuntos estéticos ( II ).

El arte actual, nace desde estas habitaciones. Me faltan ojos para mirar todo lo que el libro negro me ofrece. Saludo a PS, otra amiga de AN. Me dice que El Cuerpo es el campo de batalla, citando a Barbara Kruger, por eso esta tan controlado en occidente, más que nunca, ningún esclavo tuvo cadenas tan asfixiantes (“Ese potencial subversivo del cuerpo explica la lucha encarnizada que occidente le ha declarado y cuyos efectos más inmediatos en toda esa obsesión por el control y la disciplina corporales. Dietas, ejercicio, cirugía y tratamientos anti-edad en lo u se refiere a su aspecto interno, monogamia, diplomacia y educación en lo que se refiere a los internos”). Entonces esta chica me advierte que pasaremos a una habitación de sensaciones fuertes. El Asco , tienes que leer Anatomía del asco de William Ian Miller ¿qué es más asqueroso el vómito o las heces? ¿ y por qué?. No olvides que el asco es un arma de doble filo. Un travestido enorme y provocativo me susurra al oído “no se nace mujer” y aparecen Sherman, Yasumasa, Morimura, Andrés Serrano o Catherine Opie. Y llegamos a ciberespacio y me explican: todos esos son Cíborgs, criaturas de un mundo posgénico. Miro a AN y se sonríe. Allí esta escribiendo en su ordenador JGI quien nos saluda y nos empieza explicando que con tipos como Edward Teller, hay que andarse con mucho cuidado. Claro que hay mucho en juego y el Arte tiene armas más poderosas. “ Mediante la fotografía digital, por ejemplo algunos creadores contemporáneos han aportado visiones originales ue no pronostican un futuro demasiado halagüeño. Sus obras alegorizan sobre los peligros de la manipulación genética y sobre las consecuencias nofestas de las Nuevas tecnologías de la Comunicación podrían llegar a tener en nuestras vidas. Tal es el caso de la pareja artística formada por Anthony Aziz y Sammy Cucher. En su serie Dystopia(1994-95) se hacen eco de lasa contradicciones internas de esta nueva era de la sobre información. Cuanto más y mejor estemos comunicados en la larga distancia ( telecomunicación) mas incomunicados viviremos en las distancias cortas y menos capacidad sensorial desarrollaremos para percibir el mundo natural de nuestro entorno más cercano(…) La pérdida de esas capacidades sensoriales provoca que nuestros órganos se encuentren paulatinamente taponaos o tabicados por membranas de piel que nos impiden percibir lo que ocurre realmente a nuestro alrededor".

No todos están preocupados, me dice AN. La era poshumana esta aquí y hay que relajarse y disfrutar, dicen otros.

Cierro el libro negro.
Amigo AN, que bien te veo. Gracias por este apasionante paseo por tu terrenito.
Me encantó; creo que volveré a seguir mirando o a charlar con tanta gente interesante.
Siempre tendremos tanto de que hablar...
Enhorabuena.

Contrapuntos estéticos ( I ).

Por fin encuentro un momento de calma para acariciar las tapas negras, el tacto sutil por su leve relieve: “Contrapuntos estéticos” Antonio Notario Ruiz. Ediciones Universidad de Salamanca. Diciembre 2005.
Es una colección de ensayos dirigidos por mi amigo entrañable y esencial AN. Su lectura me permite acceder al trasfondo intelectual, riguroso y profundo, de alguien entregado sin reservas a la reflexión, entendida como una exploración valiente y meticulosa. Compruebo que se ha introducido en un territorio apasionante situado entre la filosofía y la música. El conjunto de artículos que conforman el libro, ofrece claves secretas para sobrevolar esas misteriosas tierras, conocidas comúnmente como Teoría de la Estética. Preguntas antiguas como qué es lo bello, que entendemos por arte, dónde empieza la música y comienza el ruido, o cuál es el vínculo que une al artista y su época, pueblan un territorio lleno de colores recién inventados, olores desagradables, sonidos buscando un orden distinto, sensaciones, ideas e intuiciones sublimes y monstruosas, propuestas amables y escalofriantes. En aquel espacio sin suelo, donde habitan lo difuso y el rigor, A.N. se encuentra como en su casa. Repaso tantas horas compartidas en su casa de techos altos, disfrutando al escucharle estudiando las obras de su programa de los últimos cursos de piano, conversando en aquellos años sin reloj, buscando juntos algunas certezas. Recuerdo su rebeldía esencial, su sonrisa leve y amablemente torcida y su mirada limpia. Y lo entiendo. Compruebo otra vez que la Vida te acompaña a donde tu quieres ir sin tienes un corazón libre y te pones a caminar sin miedo y sin prejuicios.


Para abrir la primera puerta que te deja entrar en la Modernidad tienes que charlar con Baudelaire. Es un tipo ingenioso y sensible, que te hace entender que más allá del blanco y el negro, de la certeza de los conceptos clásicos, la paradoja ofrece mejores explicaciones. Y así te advierte que “el que mira desde fuera por una ventana abierta no ve nunca tantas cosas como el que mira una ventana cerrada” . Comienza la Modernidad cuando te confiesa su sueño: "¿quién de nosotros no ha soñado en sus días ambiciosos con el milagro de una prosa poética, musical, si ritmo ni rima, lo suficientemente flexible y dura como para adaptarse a los movimientos líricos del alma, a las ondulaciones del ensueño y los sobresaltos de la conciencia?”.

Una vez dentro, el libro de tapas negras te lleva por recorridos alucinantes. Ven, entra sin miedo, ¿quieres ver cómo es el infierno? No era para tanto. En un rincón alguien escucha y entonces ya es músico. Más adelante un tipo con ojos enfebrecidos desmonta pentagramas, busca la pieza escondida y sin la agobiante esclavitud del tono, busca nuevas armonías. Entre ellos, AN , feliz, orgulloso en su mundo te presenta a Tracey Emin, recién levantada con su cama sin hacer, Sophie Calle que sigue a un tipo a escondidas en un tren que salió de París y se dirige a Venecia, a Nan Goldin que nos enseña fotos de sus extraños amigos de Boston y Nueva York. AN me mira y entonces su amiga OFL me tranquiliza: “el viso es el rostro al descubierto, la cara que se ofrece a la visión, la parte visible , emergida del rostro, mientras que el volto remite al secreto del rostro, a eso que guardamos secreto, y que por ese motivo posee poderes ocultos". Saludo a los colombianos Oscar Muñoz y Raymon Chaves, la holandesa Rineke Dijsktra , la belga Sven Augustijnen, que salvan o entierran la intimidad en sus obras, según se miren.

jueves, marzo 29, 2007

Capítulo 28. La conexión búlgara.

Un noruego borracho aporreaba el piano del lobby en el Hotel Sheraton de Sofia. En la mesa contigua, dos colegas le sugerían nuevas melodías que entre risotadas aquel tipo de rostro congestionado y barriga rebosante, conseguía hacer sonar con unas manos regordetas y pecosas. De vez en cuando introducía alguna interrupción para adornar las torpes notas con algún cometario jocoso que provocaba una nueva explosión de carcajadas. Probablemente habrían cerrado algún negocio ventajoso en aquella ciudad en la que todo estaba por hacer. Podían ser vendedores de cables eléctricos, de tuberías de conducción de agua, o de abono para remolacha, cualquier cosa.
Quijares llegó sobre las ocho de la tarde después de tomar un sándwich en una cadena de comida rápida cercana. Era viernes siete de septiembre y había quedado allí con un hombre de los del turbante, que se identificaría por llevar un sombrero en la mano. Svetana le había asegurado que tendría siempre dos hombres cubriéndole las espaldas, pero en aquel lugar no conseguía identificar a ninguno que ofreciera el perfil de sus ángeles de la guarda.
Era un salón amplio al que se accedía después de atravesar un lujosísimo hall circular de techos altísimos adornados con una impresionante lámpara de piedras cristal y el enorme mostrador de recepción con joven sonriente incluida. Estaba enmoquetado en verde pálido y los sillones de cada mesita eran de cuero de un tono parecido. Flotaba en el ambiente un leve aroma a buen café y detrás de las voces del noruego podía escucharse una música suave con versiones para orquesta de grandes éxitos.
Un camarero uniformado se acercó a su mesa y le entregó una pequeña carta con los diferentes cafés, infusiones y licores. Pidió un te verde y tras anotarlo, aquel hombre alto y con aspecto atlético le dejó discretamente un pequeño sobre encima de la mesa, sin mirarle apenas, al tiempo que se daba la vuelta. Lo abrió y se encontró una nota cariñosa de Svetana. Mirando las espaldas de aquel camarero alejarse se sintió un poco más seguro.
La organización, a pesar de haber cruzado durante el mes de agosto varias comunicaciones, le había negado la carta blanca para las gestiones previas para preparar aquella reunión. Noto una cierta desconfianza y en una vuelta de tuerca más en esa tendencia que detectó en la nueva dirección, tras las detenciones de julio pasado, en el sentido de recortarle facultades o , lo que es lo mismo , mostrarle ciertas reservas, le había hecho saber que no participaría en los encuentros, ni siquiera en calidad de interprete, como era habitual, asumiendo ellos esa función con algún miembro joven de la delegación que fuera designada. Todo apuntaba a que los hombres de información del estado habían conseguido infiltrarse a un nivel muy superior al de etapas anteriores y , tras el enésimo descabezamiento, la nueva dirección mucho más joven que las anteriores, se mostraba también más insegura y recelosa, sobre todo respecto de los que ellos consideraban “vieja guardia” y mucho más respecto de alguien que ni siquiera conocían y del que nunca habían oído hablar bien en cuanto a el rigor y el cuidado en materia de seguridad. Aquella noticia que le dejaba fuera de las reuniones, relegando su actuación a mera agencia de viajes o gestor turístico, le había llevado a considerar de nuevo la posibilidad de buscar un final a aquella aventura, pero de nuevo Svetana encontró la solución. Ella estaba más interesa que él en conocer el contenido de aquellas conversaciones y se encargaría que fueran grabadas íntegramente.
Pasadas las ocho y media apareció un tipo delgado, de tez muy morena, que cojeaba ligeramente y que llevaba una gabardina apoyada en el antebrazo y un sombrero. Al pasar al salón se detuve levemente y dio una ojeada. No le fue difícil encontrar al hombre con el que estaba citado. Además del grupo del noruego que había abandonado ya el piano y ahora bromeaba con un par de chicas apoyadas en los brazos de su sillón, solo había otra mesa con dos matrimonios de unos setenta años y el propio Quijares. Al encontrarse con la mirada, Quijares levantó levemente un dedo y hizo un gesto de asentimiento con la cabeza.

El mismo camarero que le había servido le retiró el sillón para que se sentase.
Cruzaron saludo y presentaciones. Su rostro era claramente árabe, a pesar de presentarse con un nombre italiano. En su primera intervención se refirió, en un buen inglés a “la organización que me ha comisionado”, como si nada tuviera que ver y fuera un mero emisario. Le trasladó un saludo de las más altas autoridades y le hizo saber que habían analizado la propuesta del lugar y las fechas y tenían para ambos cosas una respuesta positiva. En relación al protocolo de comunicaciones, a pesar de que había funcionado bien, tenían alguna corrección que hacer y respecto de la financiación estaban dispuestos a asumir todos los costes del evento, excepto el traslado de la delegación de los del norte. Aceptaron compartir la seguridad para lo que explicó un posible sistema de credenciales, que Quijares no llegó a entender del todo, pero que estaba explicado con más detalle en los archivos informativos que le entregó en un pendrive camuflado en un bolígrafo del propio Hotel Sheraton de Sofia.

El lugar en donde tendría lugar la reunión, tenía su entrada a través de una suit del propio hotel que daba acceso a un largo pasillo, al final de cual se pasaba a estancias enmohecidas, con muebles viejos de buena madera y paredes desconchadas de las que , en cualquier lugar colgaba un reloj circular parecido al de las estaciones, habían sido el Ministerio del Interior en tiempos del régimen comunista. La extraña mezcla entre el sistema comunista más tétrico y cruel, y el capitalismo más despiadado, que sobrevolaba aquélla ciudad que introducía una conexión búlgara a toda la trama, encontraba su expresión plástica directa en aquel edificio. Se trataba de un espectacular edificio cuadrado, con un patio central en donde podían verse semienterradas algunas ruinas de edificio de la época romana y prerromana de la ciudad, que en sus lados visibles era ocupado por el hotel Sheraton. Un letrero con el nombre de la conocida cadena hotelera ocupaba toda la parte superior de uno de los lados del edificio y ese frontal estaba adornado con banderas de todos los países y la exuberante iluminación que mostraba el grandioso edificio con el detalle de sus numerosas ventanas y balcones. Justo el lado opuesto de ese mismo edificio albergaba instancias oficiales, y las mismas ventanas que por un lado prometían el lujo en la intimidad de los más ricos del mundo, ahora sugerían legajos y expedientes archivados en las lúgubres oficinas, en donde yacían escondidos los peores y más turbios asuntos de un régimen que fue dirigido por rostros ocultos que, después de los años seguían ocultos, y lo que era difícil de entender , seguían gobernado. Aquel edificio retrataba la curiosa situación perceptible en aquel país del Este , como en tantos otros que Svetana conocía tan bien: en muy pocos años, había cambiado todo, menos los oscuros personajes que tenían y ahora seguían teniendo el poder.

- “¿Porqué eso te extraña tanto? Así es, my love, la selva. Por eso estaremos seguros”.

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domingo, marzo 25, 2007

Por favor.



Otra vez las dos Españas no, por favor.
Mira a la calle. Eso no hay quien se lo crea.
Por favor.


Supongo que seremos muchísimos los que nos sonreímos/indignamos escuchando cada día la COPE y la SER por la contínua manipulación infantil de cada información que ofrecen. Me parece a mi que es ya un hecho notorio, conocido, aceptado, que desde esas dos trincheras no interesa la información, sino la propaganda. Ese grupo de listos calixtos, profesionales del hablar por hablar, periodistas serviles y siempre fieles a la voz de su amo, solo convencen a los que ya estaban convencidos, solo engañan a los que se quieren dejar engañar. Ellos mismos se insultan, luego hacen llamamientos a la moderación y seguidamente vuelven a descalificarse de forma despiadada. Hablan alarmados de crispación y de guerra civil, pero entre todos caben en un taxi.


Si esto funciona y puedes imaginar que va a seguir funcionado es, curiosamente gracias a toda la gente que no está dentro de ese trincherismo reduccionista, infectado de intereses económicos y delirios personalistas. Pudiera darse la paradoja de que el sistema sobreviviera gracias a todos los que ni el Cataluña ni en Andalucía fueron a votar. Los que están diciendo educadamente: "Ya vale, por favor".


¿Estamos locos?: la izquierda nos convoca para defender los intereses de una de las mayores fortunas de España, al tiempo que busca puntos de encuentro con una cuadrilla de salvapatrias de pistola en cintura. Mientras la derecha convoca manifestaciones en defensa de la Libertad y la Constitución, al lado de Fernando Savater.


¿Qué esta pasando aquí ?
¿Será la primavera?


"Las personas grandes son bien extrañas, díjose asi mismo el Principito durante el viaje".

jueves, marzo 22, 2007

Escenario.

Ya pasó y tengo la certeza de que los momentos vividos ayer tendrán un sitio preferente en esa habitación desordenada y entrañable de los buenos recuerdos.


Los nervios antes de empezar, las primeras notas de una vieja guitarra que un hombre acaricia sentado en un banco del parque. “Todo es un instante”, la voz de Javier, grave y esforzada en el matiz y enseguida el arpegio sabio del piano de Antonio. La textura firme y suave, dulce pero intensa de la voz de Lourdes nos acarició para tranquilizarnos. De reojo, en la penumbra, caras conocidas que los años han angulado, ojos que se humedecían con las primeras notas. Los aplausos que te dan confianza. El sonido de una calle solitaria se esconde siempre detrás de cada nota de un acordeón. Luis nos ayudó a caminar por los portales de la plaza de ayuntamiento en una tarde fría de invierno con su introducción de “ Castañera” y Regino, con el trino del laúd, nos advirtió que incluso en aquellas tardes tan frías fue posible el milagro de un poema. Luego la primera nota y la indefinible sensación de convertirte en instrumento con tu voz. Ese instante en que el sonido a través de la garganta te inunda hasta hacerte desaparecer. Eres entonces puro anhelo de belleza. Los aplausos que te reconfortan. La hondura de madera y dedos en el sonido del contrabajo que sostenía a Antonio, mucho más que al revés. Aplaudían de verdad. La fuerza de Candi cada vez que se asomaba al abismo de un corte o una entrada. La sutil sinfonía de agua, piedra y cristales que Alberto administra desde ese lugar donde él habita. La generosidad rigurosa y aplicada en una voz privilegiada y feliz: Jesús. Seguramente sonriendo detrás de la pecera con la mesa de sonido, Pepe. Las luces y las imágenes también tenían detrás toda la humanidad de quien no puede esconder su naturaleza de hombre bueno.

Siguieron otros versos y más canciones tantas veces cantadas y tantas soñadas.


Aquí están, son vuestras, son nuestras, no sé si sabíais que en algún cajón del ropero de ésta ciudad estaban éstas canciones.

Les hemos quitado un poco el polvo y mirar qué bonitas son.

Son vuestras, son nuestras.

Son bonitas verdad, ¿ qué es lo que tienen?


Y la gente lo entendió y esbozó media sonrisa de sorpresa y satisfacción.
Casi sin darnos cuenta, estábamos terminando y todos cantaban “Pandorga”.

El abrazo de Teresa y su voz rota diciéndome gracias. El brillo de sus ojos.
La sonrisa abierta de un hombre curtido y alegre. Sus palabras tranquilas y sabias recordando a los que de verdad, aquellos años se jugaron el tipo por la libertad y nadie ha recordado. La encarnación de un nombre mítico y familiar para nosotros: Cesar Aragón Cao.

Qué bonito.

Quede aquí constancia de lo vivido, aunque con cada palabra que escribo dejo sin decir mucho más de lo que expreso.


Eso ya se sabe.

lunes, marzo 19, 2007

(Auriculares).Diario de un paranoico razonable.9.



Daré cuanta aquí de todo lo que pude escuchar que decían. Así os podéis hacer una idea de quién son, de cómo piensan. Solo os pido un poco de discreción. Hablaban del peligro de ser descubiertos. Es una amenaza que les incomoda mucho. Tienes sus trucos bien aprendidos, pero siempre piensan que , cualquier día todo puede quedar al descubierto y eso tendría tristes consecuencias para sus familias. Sobre la cubierta del yate de veinte metros o en medio de la pradera, frente al hoyo dieciséis, a pesar de la aparente tranquilidad, después de años, generaciones enteras sin haber hecho nada útil, es inevitable un cierto desasosiego.

“ Es que resulta casi imposible evitar que alguno se aperciba, lo note y lo comente. Entonces ideas venenosas se extenderán como la pólvora y no sé cómo podremos hacer frente a esa situación.
Tiene que haber alguna manera de evitar que se comuniquen, que entre ellos terminen mirándose, charlando, prestándose atención, regalándose confianza , creando esa peligrosa plataforma que llaman amistad, tan perniciosa para nosotros, que sabemos que es otro engaño. Vale que se junten por parejas porque, qué desastre de índice de natalidad, pero basta. Si empiezan con la amistad y la camaradería y esas cosas, después siempre viene esa manía de preocuparse de las cosas que no son tus asuntos. No hay cosa más propia de los pobres que estar mirando qué les pasa a los demás. Los que empiezan a leer cuatro cosas, se atreven a juzgar si esos están bien o mal, si aquellos pasan, más o menos hambre. Aparece eso que llaman solidaridad y que tan trágicas consecuencias ha acarreado para todas las sociedades.
Tiene que haber alguna manera de evitar esa venenosa manía de empezar a hablar unos con otros, en esas conversaciones que, como todo el mundo sabe, terminan siempre en amargas quejas. Aparece entonces la frustración, las ganas de cambiar las cosas. Eso es exactamente lo peligroso. La gente empieza por hablar de cualquier cosa y termina con planes intolerables. Siempre hemos llegado tarde a apagar ese fuego. Ha sido muy duro para nosotros disparar contra la multitud de mineros. Te acuerdas de Santa María de Iquique. Tantas veces que nos terminan obligando a cortar por lo sano. Ni siquiera se les pasa por la cabeza lo duro que resulta eso para nosotros. Pero a ellos lo que nosotros suframos les da igual.
Tiene que haber alguna manera de evitarlo antes, en el momento inicial, en ese instante en que dos tipos que no se conocen empiezan hablar: ese es el instante peligroso. Se reconocen, se sienten partes de un todo, se aceptan como iguales, se cuentan cuatro historias por su puesto inventadas, y empiezan a imaginarse que se identifican con sus tristezas. No arreglan nada, ellos de arreglar cosas no saben nada, pero multiplican sus miedos y, ese sentimiento todavía peor: sus esperanzas. Si dos o más se ponen a hablar y en algún momento comparten algún delirio, eso que llaman sueños, ya es inevitable la masacre. Otra vez nos obligarán a despertarles de sus ensoñaciones.
Están tan juntos, en el metro, en el autobús, por las calles, a todas horas. Tenemos que reconocer que les hemos dejado muy poco espacio. Ya sé que espacio es dinero, pero la verdad es que viven amontonados y así es difícil evitar que se comuniquen. Porque para que nos vamos a engañar, lo ideal sería que no se comunicaran. Cada uno a lo suyo. De uno en uno no tienen ningún peligro.

Tiene que haber algún modo.

Ya lo tengo. La música que tantas veces les ha servido a ellos para aglutinar a los ingenuos contra nosotros, ahora será nuestro aliado. Solo una cosa cambiará la dirección de la fuerza: los auriculares. Te imaginas que algún día cada uno llevara puestos unos auriculares. Eso les mete a cada uno en su mundo. Eso nos ayuda, amigo. De uno en uno no tienen peligro.”

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viernes, marzo 16, 2007

Francisco Ayala : ciento un años.

Me sorprende su sonrisa. Normalmente la edad introduce en el rostro una sombra de enojo permanente. Las arrugas de la cara del anciano ofrecen un desarrollo muy variado, pero tienden a dibujar líneas que caen, que se marchitan. El hombre enérgico y poderoso, con la edad se enfrenta al monstruo terrorífico que le mira desde el espejo. El que fue tímido y tranquilo, con la edad ve asomar la melancolía y desde el otro lado del espejo unos ojos dudan de su propia imagen.

Llega al blog despacio y busca dónde acomodarse. En todo caso, sus arrugas dibujan una sonrisa que parece ya independiente de su propia voluntad.

-
Buenas tardes Don Francisco. Bienvenido al blog Tierra de Nadie.
- Gracias. "Blog" es una palabra corta y misteriosa que vamos a tener que integrar pronto en el diccionario. Algunos de mis colegas se resisten y dicen que basta con traducirla, es decir, “bitácora
”.

Tengo la sensación de que se trata de un tema que ha discutido recientemente, pues se enreda él solo en argumentos y contra argumentos, sin que ni siquiera le haya planteado la cuestión. Entonces percibo su capacidad para centrarse de manera directa y completa en la idea de la que quiere ocuparse.

- Pero ni siquiera es verdad eso, pues no esta tan claro que ésa sea la traducción. En todo caso,¿ que tendrá que ver esto con un “cuaderno de bitácora”, verdad?
- Desde luego Don Francisco.
- ¿ Y cómo puso usted ese reloj ahí? Sabrá que eso le restará lectores. Si en mis libros hubiera un reloj al lado de cada página, no se cuantos los habrían leído. Un reloj es una impertinencia, si me permite la crítica.
- Pues la verdad es que no lo había pensado. Antes de nada, felicidades. Hoy hace usted ciento un año. Qué maravilla.
- Gracias…pero profavor no me haga la pregunta de “ ¿qué se siente?”, porque me levanto y me voy.

Los ojos llenos de vida que acompañan esa sonrisa permanente que antes mencionaba, se entornan para advertirme del tono irónico y jocoso de su admonición.

- Ya entenderá lo que siento, sobre todo si me pone al lado un reloj.

Francisco Ayala García-Duarte, nació en Granada el 16 de marzo de 1906, estudió Derecho y Filosofía y Letras en Madrid y aprobó una de las oposiciones más difíciles a las que puedes enfrentarte al terminar la carrera de Leyes: Letrado de Cortes. Fue un español exiliado tras la Guerra Civil y ha vivido en Argentina, Puerto Rico y Estados Unidos. Volvió a los setenta y un año y seis años despues fue nombrado miembro de la Real Academia Española. Tiene casi todos los premios.

- Escribir es mucho más que pensar. Te obliga a ordenar tu cabeza para saber exactamente dónde tienes cada cosa. El mundo que vivimos es atiborrante. Los periódicos, la televisión, los anuncios de las calles, las tertulias de la radio, las revistas, el cine , los videos…todo eso contiene miles y proteínas que saturan nuestro cerebro. Con lo que una buena película contiene, porque ahí lo puso su autor, podríamos alimentar nuestra inteligencia durante meses. Asi que, el efecto es de aglomeración de ideas, intuiciones , sugerencias…y el efecto de un cierto bloqueo. Por es conveniente el ejercicio de escribir. Eso le ayudará a sobrevivir .
- Supongo que cuando escribes buscas algo…sino tienes un destino, las palabras carecen de sentido, ¿no?
- El sentido último, lo que siempre buscas, querido Jmcaleroma, es la belleza. Nunca se canse, pues el único destino que merece la pena. “El toque del arte consiste en herir a la naturaleza en su talón de Aquiles, ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto- así también en la mujer , así en la caja de caudales- basta a lograr la paertura de su entraña estética”.

Al responder, en mitad de la frase se ha detenido y cerrando los ojos a recitado de memoria ese frangmento de su obra Interpretaciones. Carraspea y se seca la boca con un pañuelo. Es la primera vez que veo temblar un poco sus manos.

- Y el escritor tiene el compromiso de la verdad. Mire la realidad y cuando tenga el valor o la incosciencia de ponerse delante de su folio, o en su caso del ordenador, despréndase de toda la basura, de todas las mentiras que a veces necesitamos para vivir. Para escribir no hacen falta, estorban.

De nuevo cierra los ojos.

- “Nos ha tocado a nosostros sondear el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inumano, purgar el coracón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su simple verdad, los aniquila”.

Se detiene y abre de nuevo los ojos.

- Qué maravilla.
- ¿Le gusta?. Es también de Intepretaciones.

Se hace un silencio.

- Don Francisco , llenaría siete post con usted, pero ya sabe como es el mundo hoy, rápido, explosivo, fugaz. Mis lectores no lo entenderían.
- Ya me hago cargo. No se preocupe, pero a la negrita le dedicó dos, si no recuerdo mal.

Me mira, con ojos de niño malo.Le ayudo a levantarse.

- Qué barbaridad, ya son las seis y cuarto. Cómo pasa el tiempo. Hágame caso, quite ese reloj y tendrá más lectores.

- Gracias por su visita y feliz cumpleaños otra vez.

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miércoles, marzo 14, 2007

Logical song.


Cuando era joven
me parecía que la vida era tan maravillosa,
un milagro,
tan bonita, mágica.
Y todos los pájaros en los árboles
cantaban felices,
disfrutando,
jugando mientras me miraban.
Pero entonces me mandaron
a aprender cómo ser sensible,
lógico,
responsable,
práctico.
Y me mostraron un mundo
donde podía ser
dependiente,
intelectual,
cínico.

Hay veces, cuando todos duermen,
que me rondan en lo más hondo
preguntas demasiado profundas
para un tipo normal.

Por favor, ya se que parece absurdo
pero por favor,
dime quién soy yo.

Debes tener cuidado con lo que dices
si no quieres que te llamen
radical,
liberal,
criminal.
Y aprender a firmar en el sitio correcto
para ser aceptable,
respetable,
presentable,
un vegetal.

Pero hay veces, cuando todo esta en silencio
que me rondan , en lo más hondo
preguntas demasiado profundas
para un tipo normal, como yo.
Por favor, ya se que suena absurdo,
pero dime , ¿quién soy yo?.
("Logical Song". Supertramp)

lunes, marzo 12, 2007

Capítulo 27. Agosto y diamantes.


Durante el largo mes de agosto, prácticamente solo en Sarajevo, con esa calma que el calor y la luz del verano transmiten a la gente incluso a las cosas, Quijares tuvo el tiempo y el silencio que necesitaba desde hacía tantos meses para repasar acontecimientos que se habían sucedido con demasiada celeridad. Al fin pudo ordenar el apartamento que después de encajar cada cosa en su sitio, parecía mucho más grande. Encontró notas que había buscado hasta la desesperación con un teléfono apuntado con prisa, monedas perdidas, pañuelos de papel usados, calcetines, entradas del teatro de meses atrás, el postizo que quizás tenía que volver a utilizar para disfrazarse. En la oficina repasó mil veces las memorias y los informes de las actividades realizadas en el curso que había terminado, pero ya afrontaba su segundo año en aquella ciudad con la soltura del veterano. La programación del curso anterior, con sus horarios y memorias descriptivas, que le había costado dios y ayuda. La del año entrante estaba cumplimentada antes de que terminara la primera semana de Agosto. Los despachos del viejo edificio estaban medio vacíos y muchos días apenas estaba por allí un rato para hacer acto de presencia y revisar el correo. Mirando por la ventana a la calle abrasada por el sol reflexionaba de la asombrosa similitud de la vida en todos los rincones del mundo. Mirando un mapa, cualquiera puede imaginar misterios en países lejanos. Todos los libros de viajes han resaltado hasta la alucinación, desde ese asombro optimista que embriaga habitualmente la mente del viajero, las diferencias, las curiosidades, las extravagancias del lugar al que llegas y crees descubrir, olvidando habitualmente las ancestrales e inexplicables costumbres de tu propio pueblo, a las que por estar acostumbrado, ya no consideras así. Lo cierto, pensaba, es que en todos los lados el calor hace que la gente se esconda en alguna sombra a tomar algo fresco y que con el sudor en la piel, el paso del tiempo se ralentiza, hasta casi detenerse cuando el sol está en lo más alto.
Una mañana, después de arreglar por quinta vez los escasos papeles que tenía encima de la mesa de su despacho, pensó en escribir todo lo que le estaba pasando, la apasionante sucesión de hechos asombrosos que comenzaron un año atrás. A veces tenía necesidad de contarlo a alguien. Esa mañana, sin nada mejor que hacer, sobre una cuartilla apuntó un borrador de esquema que abarcara toda la historia. Después de varios intentos, arrugó el folio y lo lanzó a la papelera. Aquella historia estaba demasiado viva y no se dejaba atrapar todavía en un texto. La podía empezar de mil formas y comprendió que el principio de una historia está directamente relacionado con el final sobre el que ni siquiera tenía valor de pensar. Cómo terminaría aquello era un misterio que le intranquilizaba. El principio fue solo fue un juego, una pillería del policía que quiere saber más de lo que sus jefes quiere que investigue. Más tarde, en algún momento se le pasó por la imaginación actuar como el funcionario ejemplar que después de descubrir todos los datos que salvaran a su país, los ponía a disposición de sus jefes. Pero en los dos últimos meses también ese final se había desdibujado y, tras participar activamente en una reunión a la que hace un año ni por asomo podía pensar que llegara a estar presente todo cambió. El siguiente paso había sido asumir el encargo de colaborar en la organización de un encuentro entre miembros de los del norte con los del turbante. Se daba cuenta de que había cruzado una frontera que le impedía volver atrás. La cercanía de Svetana y su implicación en su aventura había tenido mucho que ver. Ella le dio la seguridad que en algún momento le faltaba y una perspectiva de aquella curiosa aventura mucho más amplia. Ahora empezaba a imaginarse un final en donde ella tuviera algo que ver. A través de aquella mujer había empezado a entender el mundo, como si ella le hubiera abierto los ojos. Nunca había mirado la realidad desde tan arriba, desde la perspectiva de los que verdaderamente tienen el poder en su mano, como un privilegio o como una maldición. Cualquier persona ha imaginado alguna vez cómo se verán las cosas desde el sillón de un político de primer nivel, incluso había tenido ocasión, hacía años de participar en conversaciones muy cercanas y reservadas con altos cargos del Ministerio del Interior. Fueron momentos en que tuvo la sensación de “tocar” poder. Recuerda que en aquellos días vivió momentos de excitación por lo que estaba viviendo, de forma parecida a lo que el último año había sentido. Entonces empezó a comprender qué era eso que ampulosamente solían llamar Razón de Estado. En aquel esquema de las cosas, había buenos y malos, él estaba de parte de los buenos que defendían valores e ideas como el “bien común”, la “protección de los ciudadanos”, la “defensa de la sociedad” y ese conjunto de cosas que venían a justificar todo el cuento. A través de Svetana se había asomado al mundo desde una altura muchísimo mayor y eso inicialmente le había dado mucho más vértigo. Pero una vez que se acostumbró a la altura empezó a entender que detrás del gran teatro del mundo, solo hay codicia, intereses económicos de unas cuantas familias que lo saben y se conocen entre ellas y que, curiosamente, a pesar de ser las que acumulan gran parte de la riqueza de todos, matan por acumular un poco más.

“ Las guerras tienen siempre detrás dinero, my love. En África miles de personas han muerto y seguirán muriendo por culpa de la explotación de diamantes, en el desierto se despliegan las unidades de soldados americanos dirigidos por la cúpula de las grandes industrias del petróleo y allí lejos, en las montañas, donde dicen se esconde el mayor criminal y al tiempo el único mito vivo de nuestros días, la heroína explica el despliegue de organizaciones militares internacionales. Diamantes, petróleo y heroína explican el mapa de la guerra, my love, ese el mundo donde tu yo estamos abrazados”.

Aquellas palabras pronunciadas sin orgullo, casi con displicencia y desde luego sin el más mínimo sentimiento, provocaron en Quijares cierto escalofrío. En boca de aquella mujer tan poco fría, sonaban como verdades universales y así resonaban en la cabeza de Quijares que sentía como tanta gente, entre los que él se encontraba, eran engañados cada día, como niños. Cuentos y cuentos que hacían soportable, digerible la realidad a los hombres de todas las ciudades, de todos los países, desde la cuna a la tumba.

Le había regalado un pequeño saquito de cuero con unos cuantos diamantes brutos en su interior. Eran de Sierra Leona y los debía utilizar para identificarse cuando fuera a algún sitio en su nombre. Aquellas pequeñas piedras, con un valor desconocido para él, pero superior a todo lo que hubiera imaginado ganar en el mejor premio de lotería, estaban encima de la mesa, al lado de un bote vacío de cerveza y el mando a distancia del televisor. Así era todo: lo más inalcanzable para un hombre normal no tenía más consistencia, ni una existencia distinta a la de un bote de cerveza o un mando a distancia, abrazado con celo para reparar las reiteradas caídas, por supuesto. Aquellas pequeñas piedras transparentes serían su tarjeta de presentación y su mejor ayuda para la tarea que debía afrontar como coordinador de la reunión que en el otoño pondría a sus correligionarios frente a quienes un día de septiembre habían asombrado al mundo y se habían convertido en los líderes indiscutibles en el ranking macabro de las listas de los más buscados por las policías de todo el mundo.
Ella alguna vez se refirió a aquella barbarie.

“ Las policías de todo el mundo, cuando delante de un hombre asesinado, no tiene ni idea de lo que ha pasado, siempre salen del paso con una frase mágica: fue un ajuste de cuentas. Es una pena que aquel día no dijeran lo mismo, my love. Por una vez habrían acertado.”

Abriendo las ventanas y forzando un poco de corriente entre las habitaciones podía refrescarse un poco el apartamento. Puso el CD de Hotel California y apagó la luz de la mesita de noche.

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viernes, marzo 09, 2007

TODAVÍA.(Pròximo concierto).


TODAVÍA.
Salón de Actos del Instituto Maestro Juan de Ávila.
Ronda de Calatrava nº 1.
Ciudad Real.
Miércoles 21 de Marzo
20’30horas
Entrada Libre.

TODAVÍA es una convocatoria de Palabras y Música, abierta a todos, que ofrece una muestra de la obra de un creador excepcional, Javier Segovia( 1953-1977), con motivo del treinta aniversario de su fallecimiento.

Hace tiempo que teníamos el propósito de volver disfrutar preparando un concierto con algunas de sus canciones. Sabemos que suenan en el corazón de gente que camina por las calles de ésta ciudad, que quisieran volver a escucharlas. Las echábamos mucho de menos, como a un amigo entrañable al que no ves desde tiempo atrás. Pero además teníamos la ilusión de enseñarlas a quienes nunca las escucharon, como el niño que busca impaciente un amigo para compartir su asombro, ante el misterioso interior de una canica.

Instancia”, “Padre”, “ A mi amigo Cesar Aragón Cao” ,”Pandorga” ,“Banco dormido” y tantas otras, son canciones que forman parte de lo mejor de nosostros mismos y que pertenecen al patrimonio cultural de esta tierra. Canciones que se encarnaron en aquellas generaciones y que el paso de los años ha ido ennobleciendo.


TODAVÍA.

martes, marzo 06, 2007

"Parejas a plazos": una PROPUESTA.


A la vista de que el número de divorcios es ya cercano al de bodas y ante el incremento incontenible de mujeres muertas a manos de su pareja, parece que lo único realista e inteligente es pensar en un nuevo modelo de convivencia entre hombres y mujeres.

Se trataría de un cambio radical, desde un planteamiento distinto, que supere definitivamente la institución del matrimonio, en la que a ésta alturas solo creen dos grupos tan respetables como alejados de la realidad: la iglesia católica y los colectivos de gays y lesbianas.
El matrimonio ya no funciona porque no integra algo consustancial a cualquier acuerdo, su temporalidad. Y a pesar de que las leyes civiles, desde algo menos de medio siglo, permiten la separación y el divorcio, esto no ha terminado con la idea de indisolubilidad procedente del matrimonio canónico y presente en el civil, en el que la ruptura es vivida y considerada como algo negativo, la frustración de un plan, la expresión de un fracaso, la aparición de un motivo de intervención de los tribunales.
Por eso la clave del nuevo modelo debiera ser la temporalidad del compromiso de convivencia. Se trata de integrar en una fórmula jurídica lo que ya es una realidad en la vida cotidiana y en la conciencia de la sociedad: que las parejas no son para toda la vida.
Propongo que quienes quieran convivir juntos, puedan establecer de mutuo acuerdo un plazo de vigencia de su compromiso, transcurrido el cual y si no quieren renovarlo, sin necesidad de ninguna intervención judicial, la pareja deje de existir como entidad jurídica. En esta fórmula, el fin de la convivencia no solo no es una tragedia o un fracaso, sino algo previsto y acordado.
A este modelo de “pareja a plazos” se le puede objetar que no es compatible con la crianza de los hijos. Pero habrá que reconocer que es tan compatible como el modelo tradicional al que se añade el divorcio o la separación. Es decir, una pareja podrá acordar tener o no tener hijos en el plazo que establezcan para convivir y, si acuerdan tenerlos, las obligaciones que asumen respecto de los menores para el tiempo en que ya no convivan. Es evidente que no se puede ser padre o madre a plazos, pero la intemporalidad de la paternidad no implica la de la pareja, como la realidad nos muestra cada día.
El nuevo modelo, que aquí solemnemente se propone, supera también un grave inconveniente del modelo actual. Hace cuarenta años, la sociedad aceptaba como propio un patrón de convivencia y relación entre el hombre y la mujer, que atribuía un papel a cada uno, en todas las facetas de la vida. También cuando se convertían en pareja. No hace falta explicarlo: el hombre trabaja, la mujer en casa y todo lo demás. No era necesario explicitar nada, todos sabían al casarse que cual era el comportamiento esperado. Ese modelo de relación esta asociado históricamente al matrimonio y por eso, hoy las parejas que se casan parten de esos roles heredados que, sin embargo, ya no son aceptados por los hombres y las mujeres actuales. La consecuencia es que, primero algunos hombres esperan un comportamiento de su mujer, acorde con el modelo tradicional y se sienten defraudados o engañados cuando ellas rompen con su conducta ese modelo esperado. Y segundo que, roto el anterior molde, no tienen otro alternativo y ese vacío genera inseguridad y conflicto. Este es precisamente el inconveniente a que me refería: el modelo tradicional, en nuestros días, provoca malos entendidos y al no funcionar, deja sin modelo a las parejas.

Frente a esta realidad, el modelo de “pareja a plazos” exige en quienes deciden convivir, el esfuerzo de concretar de forma expresa, en el que sería su documento fundacional, no solo los años a que se comprometen, sino el modelo de convivencia que para ese tiempo eligen, con la descripción de las obligaciones que cada uno de ellos asume respecto de la pareja, así como las consecuencias de su incumplimiento.
Se trata de un modelo basado en la racionalidad, la autonomía del individuo y la libertad para la asunción de compromisos, expresa y claramente establecidos.
Seamos prácticos y realistas. Si hemos superado la adolescente y grandilocuente visión del mundo a través de las grandes palabras, como Revolución, Libertad o Igualdad, que tantos muertos han dejado en el camino, se trataría de llevar al ámbito doméstico ese mismo progreso. Y de ese modo, vistas las trágicas consecuencias para las parejas de jurarse amor eterno, probar qué pasa si simplemente se prometen cierto respeto por una temporada.


viernes, marzo 02, 2007

Grillos.

Un sonido agudo, rítmico y persistente, de tacto más metálico que el trino de un pájaro, pero un poco más suave que el rasguño áspero de la cigarra, inunda el espacio abierto y oscuro de la llanura manchega en las noches de verano. Es el canto del grillo producido al friccionar mecánicamente sus alas, que se extiende como una luz negra infinita y sonora. Escuchado de forma aisalada y fuera del contexto natural, resulta impertinente y monótono. Dentro de una pizzería, como me ocurrió en época universitaria, después de demostrar mis habilidades, es muy alarmante. Sin embargo, como fondo de la noche estrellada y calurosa del estío manchego, ese sonido se funde con el paisaje en perfecta armonía. La Luna mancha con un mismo tono blanco los olivos y el filo de la loma. Cada noche hay más estrellas que nunca y el grillo interpreta allí la única música posible. Es la melodía que nace desde dentro del ese paisaje inmenso y austero.

Un buen día, que ahora solo acierto a imaginar, cuando tenía siete u ocho años, algún amigote un poco mayor, sabio en esas asignaturas que no vienen en ningún libro de texto, me enseñó como atravesar el telón de aquel misterioso escenario para descubrir y atrapar, pateando algún pedregal o entre chaparros, uno de los diminutos músicos de esa excepcional orquesta nocturna y discreta. Era como un viaje al interior invisible de una noche de verano.
La primera tarea era discernir de entre el coro general, la cadencia precisa de uno de sus miembros. Una vez localizado, había que orientar nuestros pasos cautelosos y dubitativos hacía el lugar desde donde nacía ese específico sonido. Cuanto más te acercas, más cauteloso debes ser, porque al llegar a sus inmediaciones, normalmente nuestra presencia le alertaba y de pronto callaba su canto. En ese instante quedábamos petrificados, inmóviles y en silencio, esperando una nueva interpretación. Tienes que procurar no hacer el más leve ruido. Apenas respiras. Durante esos instantes inolvidables, recuerdo que dejábamos casi de existir. Adquiríamos la quietud eterna y sobrenatural de una piedra o del tronco de un olivo. A veces reanudaba el canto y nos dejaba centrarlo un poco más. En el instante final, cuando no era posible afinar más la situación, proyectábamos el chorro de luz de una linterna sobre el punto donde confluían nuestras miradas. La luz podía provocar algún sobresalto en nuestra víctima y tratábamos de encontrar ese movimiento nervioso del pequeño músico huyendo hacia su guarida. Si ese intento fracasaba, había que encontrar el agujero donde habitaba. Solía estar debajo de una piedra grande o al lado del tronco de un arbusto. Al descubrirlo empezaba la fase final y esa tarea no admitía demoras. Por eso nos concentrábamos con intensidad y orden. Todo desaparecía, las estrellas, la Luna, el campo inmenso. El mundo entonces era un pequeño agujero del tamaño de un dedo y el deseo infantil e impaciente de atrapar a su morador. ¿Estará ahí dentro? Para saberlo la primera técnica era introducir una pequeña pajita y moverla. Si lograbas tocarle, el grillo se sentía agredido y salía. Si este método fallaba, había que inundar aquel domicilio y forzar así su evacuación. Con agua, si llevábamos o, en otro caso, que era el más frecuente, con la colaboración del que más ganas tuviera. Todo estaba justificado en ese momento supremo. Tampoco existía el pudor. Y mientras uno proyectaba su surtidor natural, arma definitiva y estrictamente necesaria, los demás mirábamos atentos la salida de la presa.
Ahí está. Cuando lo teníamos delante, lo cogíamos con delicadeza y decisión, poniendo la mano hueca encima y cerrando luego con cuidado el puño. Mientras uno abría el bote con tapa de chapa agujereada, el captor lo depositaba dentro. Tras cerrar el bote, daba algunos saltos desesperados dentro, pero la azaña estaba cumplida.
Corbata grande o pequeña, clara u oscura, era rubio o moreno. Si tenía tres rabos era grilla y todo había fracasado porque las grillas no cantan. Si era un buen grillo y la aprehensión no fue muy traumática, soplándole sutilmente a través de la tapa, sabíamos hacerle volver a cantar.
Asi que volvíamos satisfechos. Como cuando lográbamos urgar en un bolígrafo hasta ver el pequeño muelle. En un bote de cristal traíamos la prueba de nuestro viaje al interior escondido y misterioso de una noche de verano.

http://profile.imeem.com/_iONYV/music/9_H0c1TY/grillo/?ct=glC0xH


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