La secuela.

 

  

 

 

 

 

De todas las consecuencias derivadas de tantos años viviendo bajo un régimen autoritario, treinta y ocho años después persiste la peor: la creencia de que el responsable de nuestro futuro es el gobierno.

La falta de libertad individual se asoció inevitablemente a la falta de responsabilidad: nos conducen y en verdes praderas nos hacen reposar.
                          Si todo va bien será porque quien nos manda es un hombre excepcional;
                          si nos va mal será porque le gobierno es un desastre.

Ese fue el pacto profundo y mortal: no tenéis libertad, pero yo os solucionaré la vida, no sois responsables de nada.

El celebro creó una alarma ficticia: el miedo a asumir las riendas de tu propia historia, el miedo a la libertad.

 

Tiene que venir Antonio Banderas, en un late show,

http://www.huffingtonpost.es/2016/04/02/antonio-banderas-facebook_n_9601442.html 

a decirnos que un país en que el 75% de sus jóvenes quiere ser funcionario, difícilmente saldrá de la miseria, que los pueblos se hacen con gente emprendedora que se la juega.

 

Los nuevos políticos, lo que vienen a regenerar el sistema, los que abren el panorama del siglo XXI, nos prometen, como piedra angular de su discurso, sueldo para todos y casa gratis. Otra vez lo mismo: comida y casa gratis, como en el convento y el cuartel.

 

- Ya le estas echando la culpa a los políticos.

-  ...bueno, pero...

- No tenemos arreglo.

- Si, tenemos que tomar conciencia primero y curarnos después.. de esta secuela mental.