"Preferiría no hacerlo".
Las piezas perfectamente encajadas de la realidad se ajustan siguiendo reglas sencillas e inapelables. Ente ellas la de que a cada uno le corresponde el desempeño de una tarea. Herman Melville, viajero incansable hasta que encontró reposo como Inpector de Aduanas de Nueva York, nos ofrece en un relato breve, la historia de un solitario y peculiar escribiente que desafió esas simples, tácitas y crueles reglas del mecanismo imparable de lo real.
"Bartleby, el escribiente" es una obra maestra.
Javier Zabala, ilustrador de la edición que cayó por cuasalidad en mis manos, precisó con su trazo sencillo, distinto y misterioso, el rostro del protagonista y la tenue luz que inunda esta historia. Enhorabuena.
"Bartleby, el escribiente" es una obra maestra.
Javier Zabala, ilustrador de la edición que cayó por cuasalidad en mis manos, precisó con su trazo sencillo, distinto y misterioso, el rostro del protagonista y la tenue luz que inunda esta historia. Enhorabuena.
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