Niños de principios del siglo XX.
Son los padres de nuestros padres.
Lo que tuvimos los niños de los sesenta, con nuestro flequillo, los calcetines blancos caladitos y los zapatos de charol...,el pan con clocolate y las series de Flipper el delfín o Skipy el canguro, en gran parte se lo debemos a estos niños.
Ellos, unos años después de posar para esas fotos, avalaron las letras de la primera televisión, las hipotecas de los apartamentos que inundaron la costa con Alfredoslandas abriendo los ojos ante los primeros bikinis y pusieron lo que faltaba para comprar el seiscientos.Ellos fueron.
Eran Niños adultos. Niños trabajadores, como esta hilandera de la foto.
Niños con la mente limpia, sin rastro de ese algodón-dulce tóxico de Walt Disney.
Niños a los que nadie trató como si fueran estúpidos desfigurando la voz y poniendo la boca floja cuando les hablaban.
Niños que aprendieron el valor del esfuerzo y que disfrutaron de la recompensa.
Niños de mirada seria pero digna, triste pero profunda.
Niños que alcanzaron un nivel de sabiduría vital a los doce años, infinitamente superior al que en nuestros días alcanzarán una preocuante mayoría de adultos en toda su vida.
Niños de los que surgieron Hombres y Mujeres como castillos.
Lo que tuvimos los niños de los sesenta, con nuestro flequillo, los calcetines blancos caladitos y los zapatos de charol...,el pan con clocolate y las series de Flipper el delfín o Skipy el canguro, en gran parte se lo debemos a estos niños.
Ellos, unos años después de posar para esas fotos, avalaron las letras de la primera televisión, las hipotecas de los apartamentos que inundaron la costa con Alfredoslandas abriendo los ojos ante los primeros bikinis y pusieron lo que faltaba para comprar el seiscientos.Ellos fueron.
Eran Niños adultos. Niños trabajadores, como esta hilandera de la foto.
Niños con la mente limpia, sin rastro de ese algodón-dulce tóxico de Walt Disney.
Niños a los que nadie trató como si fueran estúpidos desfigurando la voz y poniendo la boca floja cuando les hablaban.
Niños que aprendieron el valor del esfuerzo y que disfrutaron de la recompensa.
Niños de mirada seria pero digna, triste pero profunda.
Niños que alcanzaron un nivel de sabiduría vital a los doce años, infinitamente superior al que en nuestros días alcanzarán una preocuante mayoría de adultos en toda su vida.
Niños de los que surgieron Hombres y Mujeres como castillos.
Como veís a la derecha, entre mis blogs favoritos se encuentra "Mira y Calla" - otra vez gracias a su autor - que ha sido la puerta de acceso a una página que contiene una impresionante colección de fotografías de niños de principios del siglo XX .
He recordado a mis abuelos que fueron esos niños. El blanco y negro de las imágenes y la profundidad de sus miradas me ha hecho reflexionar sobre el modo en que tratamos hoy a los niños, que maman hipocresía desde el minuto uno, a los que que mimamos con la boca floja pero llevamos a la guardería a los cinco meses, ¡je!. Este mundo de colores pastel, peluches, leyes ,organismos oficiales y oenegés de protección del menor huele a farsa que tira para atrás .
No sé si el resultado no será (no es ya) la aparición de hombres vacíos, flojos, consentidos, titulares de derechos sin obligaciones, incapaces del sacrificio por nada, eternos niñatos maleducados, expertos en diferentes modalidades de gin tonics, miembros de una multitud de individuos funcionalmente bobos...
A la vista de esos niños de la foto nuestra crisis no es más que una pijada de niños mimados de colegio de pago. Claro, es que esos son los barandas que nos mandan (aunque no, que no, que no nos representan, que no, que no...)
En fin que...no estoy tan seguro, como el autor del blog que alberga esta impresionante colección de fotografías, de que si pudiera elegir, no prefiriera ser un niño como los de esas fotografías.
He recordado a mis abuelos que fueron esos niños. El blanco y negro de las imágenes y la profundidad de sus miradas me ha hecho reflexionar sobre el modo en que tratamos hoy a los niños, que maman hipocresía desde el minuto uno, a los que que mimamos con la boca floja pero llevamos a la guardería a los cinco meses, ¡je!. Este mundo de colores pastel, peluches, leyes ,organismos oficiales y oenegés de protección del menor huele a farsa que tira para atrás .
No sé si el resultado no será (no es ya) la aparición de hombres vacíos, flojos, consentidos, titulares de derechos sin obligaciones, incapaces del sacrificio por nada, eternos niñatos maleducados, expertos en diferentes modalidades de gin tonics, miembros de una multitud de individuos funcionalmente bobos...
A la vista de esos niños de la foto nuestra crisis no es más que una pijada de niños mimados de colegio de pago. Claro, es que esos son los barandas que nos mandan (aunque no, que no, que no nos representan, que no, que no...)
En fin que...no estoy tan seguro, como el autor del blog que alberga esta impresionante colección de fotografías, de que si pudiera elegir, no prefiriera ser un niño como los de esas fotografías.
1 Comments:
Estos enanos fueron capaces de construir aeroplanos, traer cinco hijos a este loco mundo, enrolarse en un mercante y ver la aurora boreal en Terranova, pelearse a puñetazos con todos y cada uno de sus enemigos de toda la vida, robarle la prima a su vecino del tercero izquierda, venderles sangría a los alemanes al triple de su precio, vengarse a sangre fría del secretario del ayuntamiento, ése que intentó estafarle.
No tenían tiempo de ponerse tristes.
Estaban demasiado ocupados en vivir.
En clavarle la navaja al destino.
En mitad del estómago.
Y en vaciarle las tripas a la eternidad.
Esparciéndolas por la acera del barrio.
Sudando como seres libres.
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