Una luz en el camino.

Estábamos humillados en el atasco viendo pasar a toda velocidad sus cohces oficiales, rodeados de boato y reuido de sierenas.
Asombrados y avergonzados de ver como juegan al parchis con nuestro futuro.
Indignados mirando como Clinton y Yeltsin se parten de risa sin pudor, en nuestras narices.
Y en esas llegó Wikileaks.

Ahora saben que podemos conocer sus miserables secretos, su vacío obsceno.
Peligra el decorado.
Ahora puede ser que los que nos partamos de risa seamos nosotros.

Amigo lector, súmate a este movimiento universal de defensa de nuestra dignidad.

Nació un blog en esa línea de pensamiento sobre la resistencia civil frente a las nuevas y siempre tan similares formas de agresión a nuestros derechos civiles.
Utilizalo.
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