Antonio López Garcia, pintor de Tomelloso.
Todo el frío seco de Tomelloso se contiene en esta imagen y rodea el abriguito abrochado de esta niña.
La sencilla seriedad de su gesto nos permite ver que lo que mira es una llanura inmensa y pobre.
Peinadita y con los labios muy cerrados.
Y esos ojos hermosos por donde ya se asoma una mujer.
María.
(Fascinante. No sé si ya colgue está imagen en las paredes de esta Tierra de Nadie)
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