Prima de riesgo y esas cosas...
Buceo en internet buscando el significado de estos conceptos que inundan nuestra última realidad. Un día fue el SIDA el que nos ponía delante del abismo, después la gripe aviar, otro día las vacas locas... Ahora el miedo a la catastrofe se llama "prima de riesgo", "rescate" o "crisis del sistema financiero".
La idea es, en principio, sencilla:
Presupuesto.- Los Estados para hacer frente a sus necesidades precisan más dinero del que recaudan con los impuestos y para obtenerlo emiten bonos: dame 100 euros y te doy este papelito y cuando pase un año al devolverme el papelito debo darte 100 + los intereses.
Desarrollo del juego.- Los intereses que el Estado tiene que pagar al inversor son más elevados cuanto menos confianza tenga quien invierte en esos bonos, en su economía. El índice que establece ese nivel de confianza - es decir, los intereses que hay que pagar por recibir dinero prestado - es la "prima de riesgo" (un numerito que se fija entendiendo que Alemania es la referencia).
Final o punto de Game Over.- Si el nivel de confianza en la economía de un Estado es tan bajo que los inversores exigen unos intereses que nunca podrá devolver, nadie le presta el dinero que necesita para funcionar y, en consecuencia, se colapsa.
Si esto es así, lo primero que llama la atención es cómo puede el Estado verse sometido a las simples y frías reglas del contrato de préstamo. Parecería que finalmente nada menos que el Estado, que es la forma jurídica más desarrollada para la organización de la convivencia de enormes colectivos de personas, queda en manos de "los inversores".
No hay duda de la utilidad e importancia del contrato de préstamo, pero que en la segunda decena del siglo XXI pueda ser la regla de la que depende la viabilidad del funcionamiento de los Estados, no es fácil de aceptar. Más bien parece una burda simplificación del complejo juego de reglas e intereses que conforman un Estado moderno impuesta como una nueva condicion leonina por los únicos a quien semejante expresión de enanismo mental conviene: a los inversores.
¿Quiénes son "los inversores"? Esta pregunta crucial me lleva a teclear en google varias frases. Cuando escribo Fondos de pensiones noruegos, accedo al enlace Fondo Soberano de Inversión y parece que he tocado nervio. Se trata de grandes bolsas de dinero con origen en la voluntad ahorradora de países que obtuvieron y obtienen grandes márgenes y beneficios por ser poseedores de materias primas (gas y petroleo). La permeabilidad absoluta del tejido económico mundial permite que quienes manejan estos fondos puedan alcanzar el control de sectores estratégicos en crisis. Entre estos la banca. Mucho más, pueden alcanzar el control de aquellos Estados que finalmente dependan de esos "inversores" para sobrevivir.
Los cinco más importantes son: ADIA (Abu Dhabi Investment Authority), GPF (Government Pension Found of Norway), SAMMA ( Arabia Saudi), GIC (Singapore) y SAFE (State Administration of Foreing Exchange, de la República Popular China).
Superado el criterio del potencial militar como método para determinar las relaciones de hegemonía y subordinación entre las naciones del mundo (no por efecto de la bondad del género humano, sino porque varias naciones aspirantes a esa hegemonía acumularon armas capaces de destruir el planeta varias veces) y desaparecido un modelo alternativo como el soviético (que aspiraba a la organización de la sociedad sin partir del dogma sagrado de la propiedad privada), la acumulación de dinero se ha convertido en el nuevo criterio de Poder Universal.
Frente al militar, sangriento y escandaloso, éste es más discreto incluso en su crueldad. En cualquier caso, la gran ventaja del nuevo es que no puede obtener provecho de la ecatombe, o lo que es lo mismo, necesita de un contexto de paz y desarrollo para que le sea posible ejercer su poder y obtener sus beneficios.
Los inversores nos dominan en la sombra, pero saben que si aprietan demasiado y saltan las costuras de nuestras complejas sociedades, puede aparecer la tentación de un poder militar que se pase la prima de riesgo por el arco del triunfo. Necesitan sociedades estables y en paz para cobrar sus intereses a final de mes. Nos apretarán buscando un mejor interés para su dinero, pero no nos ahogarán, pues entonces no cobrarían nada, lo perderían todo. Ellos son los que más pierden si llegamos al punto de Game Over.
Pongamos cara de susto que eso les tranquiliza... pero tranquilos: no creo que dejen que se caiga el chiringuito.
Superado el criterio del potencial militar como método para determinar las relaciones de hegemonía y subordinación entre las naciones del mundo (no por efecto de la bondad del género humano, sino porque varias naciones aspirantes a esa hegemonía acumularon armas capaces de destruir el planeta varias veces) y desaparecido un modelo alternativo como el soviético (que aspiraba a la organización de la sociedad sin partir del dogma sagrado de la propiedad privada), la acumulación de dinero se ha convertido en el nuevo criterio de Poder Universal.
Frente al militar, sangriento y escandaloso, éste es más discreto incluso en su crueldad. En cualquier caso, la gran ventaja del nuevo es que no puede obtener provecho de la ecatombe, o lo que es lo mismo, necesita de un contexto de paz y desarrollo para que le sea posible ejercer su poder y obtener sus beneficios.
Los inversores nos dominan en la sombra, pero saben que si aprietan demasiado y saltan las costuras de nuestras complejas sociedades, puede aparecer la tentación de un poder militar que se pase la prima de riesgo por el arco del triunfo. Necesitan sociedades estables y en paz para cobrar sus intereses a final de mes. Nos apretarán buscando un mejor interés para su dinero, pero no nos ahogarán, pues entonces no cobrarían nada, lo perderían todo. Ellos son los que más pierden si llegamos al punto de Game Over.
Pongamos cara de susto que eso les tranquiliza... pero tranquilos: no creo que dejen que se caiga el chiringuito.
Por cierto, ¿de qué iba ha escribir cuando empecé este post?
Les dejo una foro los regidores de ADIA.
Podrían ser perfectamente los de la tuna de derecho disfrazados para la fiesta de navidad. Pero no, son parte de ese centenar de personas que gobiernan el mundo.
Majetes.
Lo digo sin ironía.
Prefiero el Monopoli al Risk.
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