miércoles, septiembre 27, 2006

La recompensa.

Afirma Ignacio Sotelo ,como una constatación, que la institución de la familia vive sus momentos finales ( El País, 27.9.06). Si la sociedad industrial acabó con la familia patriarcal propia de una sociedad rural, la integración de la mujer en el mundo laboral , la igualdad de los hijos intra y extra matrimoniales, y el individualismo propio del capitalismo marcan el fin de la familia nuclear propia de las sociedades industriales.
Con un discurso fluido y muy bien construido, el catedrático afronta un tema que es objeto de preocupación en gran parte de la población, pero nadie se atreve a plantear desde la izquierda por miedo a ser “mal visto”. Hablar de la crisis de la familia es “de derechas” y desgraciadamente escasean personas con la personalidad y el criterio propio suficientes para hablar sin miedo al “que dirán”.Quede constancia de mi gratitud por su valentía.
El proceso que describe de forma clara e indiscutible sin embargo queda incompleto. Le faltó ahora valentía para seguir extrayendo consecuencias. La que el llama “disolución” de la familia es causa directa y obvia del descenso creciente de la tasa de natalidad. Y éste descenso dará lugar matemáticamente a la extinción de la línea de sucesión que nos conecta con nuestros abuelos. Nuestras ciudades no estarán vacías, pero los niños que poblarán sus parques no serán nuestros nietos.

Como en otras facetas de nuestra evolución como comunidad hemos tenido la valentía suficiente para destrozar un modelo pero nos ha faltado la imaginación o la inteligencia necesaria para inventar otro.
Es obvio que el modelo católico de familia ha sido superado al resultar incompatible con principios de nuestra sociedad como la igualdad de sexos, pero desde esos mismos principios no hemos propuesto otro modelo capaz de hacer frente a la elemental necesidad de regenerarnos.
Ante éste hecho caben tres opciones: aceptar el fin de nuestra comunidad en un par de generaciones, retomar el antiguo modelo o inventar nuevas formas de organizar la familia.
Me apunto a la tercera pero no soy demasiado optimista sobre sus posibilidades. Somos una sociedad satisfecha de litrona y aburrimiento. Son días difíciles para la imaginación.
Los que vienen del Sur, saben sufrir y tienen de su parte la fuerza de la Vida. Ellos tendrán algún día la recompensa de jugar con sus nietos.
Cingular Cell Phones
T-Mobile
Locations of visitors to this page Page copy protected against web site content infringement by Copyscape
Free Guestmap from Bravenet.com Free Guestmap from Bravenet.com
<>
Segui @jmcaleroma