Me pregunto.
Para evitar que algún soldado distraído se sentara en un banco recién pintado, el capitán de guardia ordenó al sargento que apostara alli uno de sus hombres para que avisara a los demás del peligro de adornar la trasera del uniforme con franjas blancas. Ya se sabe que la uniformidad tiene su importancia. En el estadillo, a las casillas correspondientes a cada garita, aquel diligente sargento añadió una más, con lo que dejaba constancia del nuevo cometido, controlando como era su obligación, dónde cumplían las funciones asignadas cada uno de los soldados a sus órdenes. El sargento que tomó el relevo al día siguiente, mirando el estadillo del día anterior, rellenó el que le correspondía, siguiendo los principios supremos de todo buen muchacho en cualquier organización administrativa: no preguntar, hacer lo que hay que hacer y no plantear problemas. Durante muchos años, cada día un soldado cumplió rigurosamente sus turnos de guardia junto a aquel banco de madera del patio de armas.
La anécdota ilustra suficientemente la tendencia presente en toda organización a perpeturar su propia estructura. Cuando ese monstruo de papeles inútiles, largos pasillos y nóminas andantes, que llamamos Administración, para hacer frente a una necesidad social ante un problema, crea un Órgano con su todos su avíos (mesa y despacho, carpeta y tampón, libro de archivo y por supuesto nóminas no sólo andantes, sino también y sobre todo parlantes), éste tiende a perpetuarse con independencia de la persistencia de la necesidad que justificó su creación. De tal modo que lejos de solucionar el problema, lo cristaliza, lo perpetúa.
De otra parte, afrontar un problema es bastante más complicado y laborioso que inventar un nombre. Ya verás, ahí van unos cuantos: Instituto para la Prospectiva de los incendios Forestales , Centro de Acogida del Inmigrante subsahariano , Observatorio sobre la Delincuencia Juvenil, Comisión para el fomento de una vivienda digna, Servicio de Atención al Consumidor, Departamento para el seguimiento y la evalución del desarrollo urbanístico sostenible. Pruebe querido lector, ya verá los que le salen a usted en un momento. Después del nombre adecentamos un local, llamamos a la empresa de los muebles y los ordenadores (fijate que casualidad que es de un primo mío) y convocamos a ese ejercito de jóvenes con título y sin destino, hijos del colacao y padres de la botellona, en esa edad en que todos están deseando ser comidos por el mundo. Y ya está: para que luego digan que el gobierno no hace nada.
Cuando el “síndrome del banco recién pintado” infecta a la comunidad internacional de países desarrollados el asunto es más grave. Si el cancer toma cuerpo en el ámbito de los asuntos militares, todavía peor.
Porque, a lo que iba ¿ alguien sabe exactamente de qué nos defiende la OTAN ? .
No es por nada.
1 Comments:
Está claro. La OTAN,tratado del norte, nos defiende por contraposición del peligro que viene del sur. Pura lógica, una vez que el peligro del este y del oeste quedan eliminados.
Lo que no está tan claro es que si por 900 talegos al mes, sólo se meten en el ejército los hijos del sur; cuando tengan que disparar a sus primos más próximos, si no me fallan los cálculos, no sólo no van a disparar, sino que es harto problable que se descojonen en la cara de los mandos próximos y lejanos.
Eso es la OTAN.Pura lógica.
Atentamente: DRIVER.
Publicar un comentario
<< Home