sábado, marzo 31, 2007

Contrapuntos estéticos ( I ).

Por fin encuentro un momento de calma para acariciar las tapas negras, el tacto sutil por su leve relieve: “Contrapuntos estéticos” Antonio Notario Ruiz. Ediciones Universidad de Salamanca. Diciembre 2005.
Es una colección de ensayos dirigidos por mi amigo entrañable y esencial AN. Su lectura me permite acceder al trasfondo intelectual, riguroso y profundo, de alguien entregado sin reservas a la reflexión, entendida como una exploración valiente y meticulosa. Compruebo que se ha introducido en un territorio apasionante situado entre la filosofía y la música. El conjunto de artículos que conforman el libro, ofrece claves secretas para sobrevolar esas misteriosas tierras, conocidas comúnmente como Teoría de la Estética. Preguntas antiguas como qué es lo bello, que entendemos por arte, dónde empieza la música y comienza el ruido, o cuál es el vínculo que une al artista y su época, pueblan un territorio lleno de colores recién inventados, olores desagradables, sonidos buscando un orden distinto, sensaciones, ideas e intuiciones sublimes y monstruosas, propuestas amables y escalofriantes. En aquel espacio sin suelo, donde habitan lo difuso y el rigor, A.N. se encuentra como en su casa. Repaso tantas horas compartidas en su casa de techos altos, disfrutando al escucharle estudiando las obras de su programa de los últimos cursos de piano, conversando en aquellos años sin reloj, buscando juntos algunas certezas. Recuerdo su rebeldía esencial, su sonrisa leve y amablemente torcida y su mirada limpia. Y lo entiendo. Compruebo otra vez que la Vida te acompaña a donde tu quieres ir sin tienes un corazón libre y te pones a caminar sin miedo y sin prejuicios.


Para abrir la primera puerta que te deja entrar en la Modernidad tienes que charlar con Baudelaire. Es un tipo ingenioso y sensible, que te hace entender que más allá del blanco y el negro, de la certeza de los conceptos clásicos, la paradoja ofrece mejores explicaciones. Y así te advierte que “el que mira desde fuera por una ventana abierta no ve nunca tantas cosas como el que mira una ventana cerrada” . Comienza la Modernidad cuando te confiesa su sueño: "¿quién de nosotros no ha soñado en sus días ambiciosos con el milagro de una prosa poética, musical, si ritmo ni rima, lo suficientemente flexible y dura como para adaptarse a los movimientos líricos del alma, a las ondulaciones del ensueño y los sobresaltos de la conciencia?”.

Una vez dentro, el libro de tapas negras te lleva por recorridos alucinantes. Ven, entra sin miedo, ¿quieres ver cómo es el infierno? No era para tanto. En un rincón alguien escucha y entonces ya es músico. Más adelante un tipo con ojos enfebrecidos desmonta pentagramas, busca la pieza escondida y sin la agobiante esclavitud del tono, busca nuevas armonías. Entre ellos, AN , feliz, orgulloso en su mundo te presenta a Tracey Emin, recién levantada con su cama sin hacer, Sophie Calle que sigue a un tipo a escondidas en un tren que salió de París y se dirige a Venecia, a Nan Goldin que nos enseña fotos de sus extraños amigos de Boston y Nueva York. AN me mira y entonces su amiga OFL me tranquiliza: “el viso es el rostro al descubierto, la cara que se ofrece a la visión, la parte visible , emergida del rostro, mientras que el volto remite al secreto del rostro, a eso que guardamos secreto, y que por ese motivo posee poderes ocultos". Saludo a los colombianos Oscar Muñoz y Raymon Chaves, la holandesa Rineke Dijsktra , la belga Sven Augustijnen, que salvan o entierran la intimidad en sus obras, según se miren.

Cingular Cell Phones
T-Mobile
Locations of visitors to this page Page copy protected against web site content infringement by Copyscape
Free Guestmap from Bravenet.com Free Guestmap from Bravenet.com
<>
Segui @jmcaleroma