Entonces ella me hizo volver.
La que más se fue.
Ella, que un día siguió caminando más allá de las olas, le prestó unos versos a Paco Ibañez.
Y en la hora imprecisa de la tarde del viernes de diciembre, cuando la semana ha terminado y todavía no ha empezado el fin de semana, buscando otra cosa, la Vida me regaló una canción. Sabe que eso regalos me llegan. Y apareció en el You Tube una letra sencilla e infinita, una melodía tranquila, elemental y una voz rota, pero auténtica. Una guitarra en la mano, un micrófono y una silla, para apoyar el pie.
http://www.youtube.com/watch?v=b6pt8CJ-VHIElla, que se fue definitivamente, sin mirar atrás, encandilada de su fuerza y su inmensidad, buscando su perenne olvido.
Ella, esa mujer discreta que parece querer llegar pronto a casa, en un día frio, me trae de vuelta a esta Tierra de Nadie. ("Dolor" de Afonsina Storni. "Quisiera esta tarde" Paco Ibañez.)
DOLOR Quisiera esta tarde divina de octubrepasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertasy las anchas playas que ciñen el mar,
con el paso lento, y los ojos fríosy la boca muda, dejarme llevar;
Ver cómo se rompen las olas azulescontra los granitos y no parpadear,
ver cómo las aves rapaces se comenlos peces pequeños y no despertar;
Pensar que pudieran las frágiles barcashundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,el hombre más bello; no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;y, figura erguida, entre cielo y playa,sentirme el olvido perenne del mar.