Había soñado con ser Fernando Alonso.
Y era un simple camionero enmedio de un mercado de transporte internacional.
Algunas noches soñaba con pilotar un fórmula uno, principalmente porque era un sueño mediático, fácilmente exportable.
Otras noches bajaba el listón y me imaginaba corriendo en la París- Dakar.
Mientras que recorro Europa con mi volvo de 16 toneladas, he aprendido un secreto. Un secreto inexportable.
Cada curva de la autoestrada que recorre la región de Siena, ha sido diseñada por un ingeniero que pensaba en mí.
El jodío se dió cuenta sobre el papel, que el trazado de la curva podía ser una sinfonía de corcheas.Las notas son muy simples: velocidad, radio de giro, pendiente longitudinal, pendiente transversal, velocidad del viento, inercia y tráfico.
Fernando Alonso corre rápido.
Los del Dakar tienen un sistema de orientación acojonante.
Yo sólo soy un simple camionero.
Pero amigo, cuando trazo las curvas de la autoestrada, aunque aparentemente hago un trabajo monótono, realmente estoy haciendo algo más.
Realmente lo estoy haciendo bonito.
Y eso, me lo guardo para mí.
Sin testigos.
Atentamente: DRIVER