Mensajes para iniciados. Diario de un paranoico razonable. Escondite.Música.Visitantes ilustres e inesperados.(Proximamente continuarán los capítulos de la novela por entregas).
viernes, julio 22, 2011
"Libre", canción de Nino Bravo.
Ese muchacho de la foto se llamaba Peter Fetcher. TIENE CASI VEINTE AÑOS y ya está cansado de soñar;
Era un obrero de la construcción, de 18 años que intentó huir de la Alemania del Este junto con su amigo Helmut Kukbeik.
pero TRAS LA FRONTERA está su hogar, su mundo y SU CIUDAD.
Tenían pensado esconderse en el taller de un carpintero, cerca del muro y tras observar a los Guardias de la Frontera saltar al "corredor de la muerte", atravesarlo corriendo y saltar el muro cerca del Check Point Charly, en Berlin Oeste.
Piensa que la ALAMBRADA sólo es un trozo de metal algo que nunca puede detener sus ansias de volar.
Hasta llegar al muro las cosas le salieron bien, pero cuando estaban arriba los soldados los vieron y dispararon. Helmut tuvo suerte y no le dieron, pero a Peter le alcanzó una bala en la pelvis y cayó hacia atrás herido, quedando tendido en el corredor, en TIERRA DE NADIE, durante cincuenta largos y penosos minutos desangrándose, a la vista de todos sin que nadie hiciera nada.
Libre, como el sol cuando amanece yo soy libre, como el mar. Libre, como el ave que escapó de su PRISIÓN y puede al fin volar. Libre, como el viento que recoge MI LAMENTO Y MI PESAR, camino sin cesar, detrás de la verdad, y SABRÉ LO QUE ES AL FIN LA LIBERTAD.
Gritó pidiendo auxilio pero ninguno de los soldados de la frontera de ambos lados se atrevía a bajar a ayudarle. Le lanzaron un botiquín pero no tuvo fuerzas suficientes para poder alcanzarlo. Durante una hora, los ciudadanos de ambos lados de Berlin escucharon su agonía mientras pedían a gritos a los soldados de ambos lados que le ayudasen.
Con su amor por bandera se marchó cantando una canción; marchaba tan feliz que NO ESCUCHÓ LA VOZ QUE LE LLAMÓ. Y TENDIDO EN EL SUELO SE QUEDÓ, SONRIENDO Y SIN HABLAR; SOBRE SU PECHO, FLORES CARMÉSÍ BROTABAN SIN CESAR.
Entre 1961 y 1989 murieron 260 personas intentando cruzar el Muro de Berlín.
Sin decírselo a nadie, sin que hasta ahora lo supieramos, Nino Bravo dedicó a este muchacho su conocida canción. Hoy otra vez este albañil alemán ha caído en esta Tierra de Nadie herido, y desde aquí volvemos a conteplar con lágrimas en los ojos, la ignominia de las fronteras, de todas las fronteras. Escuchamos aquella canción y homenaje, cuando ya sabemos de qué textura eran las "flores carmesí" que brotaban de su pecho.
Pero la civilización ha avanzado enormemente en todos estos años y ahora, los miles de Peter que cada día mueren soñando con ser libres, quedan higiénica y discretamente sepultados por las aguas azules -por ahora - del mar Mediterráneo.
«La humanidad no posee regla mejor de conducta que el conocimiento del pasado.»
Polibio, Historia del ascenso de Roma, I, 1.
«El poderío de un pueblo imperial está empezando a suscitar su propia ruina […] El proceso de nuestra decadencia ha llevado a un oscuro amanecer donde no somos capaces de soportar nuestros vicios, ni hacer frente a los remedios necesarios para curarlos.»
T. Livio, Anales, prefacio.
Ya la gente de mi generación dejamos de aprender latín. Por eso accedemos a los textos clásicos de manera indirecta, a través de la cita de algún sabio. En este caso ha sido Antonio Escohotado, en su magnífica historia de la propiedad privada ("Los Enemigos del Comercio") quien me ofreció la ocasión de conocer estas frases de los historiadores griego y romano tan oportunas en este momento en que nos encontramos.
Se acerca una guerra. Diario de un paranoico razonable (23).
Desde hace un tiempo, no sé cuantos años; mi abuelo es una referencia pues a él no le pasaba... Desde hace algunos años y de alguna sutíl manera, nos han inoculado un sentimiento profundo de inseguridad, de incerteza. La intoxicación universal consiguió que nadie pueda alcanzar conclusiones. Ni siquera en las cuestiones más sencillas y personales. Cualquier idea es refutable, cualquier percepción es engañosa, cualquier convicción es tan respetable como relativa. Los hombres se hacen adultos y cumplen años sin conseguir avanzar/madurar /configurar su percepción del mundo que, por ello, sigue siendo relativa, provisional, discutible . Finalmente , como consecuencia, la realidad nos aparece como bañada por una niebla que impide ver con claridad la línea que dibuja el perfil de las cosas, de las personas, de las ideas, de las creencias, de las previsiones. La simpática inmadurez de los Beatles, la brillante inteligencia de Einstein sacando la lengua y, sobre todo, el deconcierto general al comprobar - ya sin estupor - que nuestra nación-guía fue capaz de lanzar dos bombas atómicas sobre población civil, han conseguido un mundo de hombres alegres y estúpidos con celebros permanentemente adolescentes, inseguros, incapaces de señalar con certeza y seguridad al culpable, ciegos ante lo que es evidente que va a ocurrir.
Vosotros tenéis la mente preparada para vivir aquí, gracias a dios vuestros ojos no pueden ver lo que tienen delante de sus narices. Pero yo estoy enfermo, mi mente es refractaria a esos tratamientos universales. Puedo ver lo que ocurre. Sé que un hombre, cerca de los cincuenta puede ver el contorno de las cosas y debe hacerlo sin temor. Y por eso sé que es inevitable. Se acerca una guerra tras la cual todo seguirá igual. Pero empieza a ser inevitable.
Mientras un número creciente de población hasta ahora satisfecha se adentra en la angustia cotidiana de no tener nada en el frigorífico ni previsiones de tenerlo en muchos años, quienes dirigen la economía defienden que la solución vendrá de empobrecer todavía más a esa gente. Una muchedumbre de bobos y mediocres, cuidadosamente seleccionados para que lo sean, ocupan cargos políticos sin poder real alguno. Poco más de un centenar de familias que titulan el 90% de los bienes y la riqueza mundial ejercen un poder cada vez más brutal e ignorante. La riqueza les hace ciegos e irreponsables. Esta es la situación y, cada día la miseria de unos y la estupidez de otros crece visible y exponencialmente. Cuando esto ocurre, viene la guerra. Lo de menos será la excusa final, el incidente nimio que desencadene el desastre. Luego vendrá un mundo gris de muerte y militares. Cuando todo haya pasado, todo seguirá igual. Sin embargo, es inevitable. (Creo que me han visto. Adios. No, no soy de los anonymous, dejeme marchar por favor...).