viernes, marzo 31, 2006

Un largo camino a...


Cuesta trabajo articular fluidamente algunas palabras de reflexión sobre la Gran Noticia. Como si trataras de coger con las manos una copa de un cristal finísimo, tienes miedo de que tus palabras la rompan. Tres encapuchados nos dicen que la organización a la que representan ha decidido dejar de apuntarnos con su pistolas. Lo dejan de forma “permanente”, que es una palabra que significa un poco más que “temporal” y un poco menos que “definitivo” .Nuestros representantes se alegran y se felicitan unos a otros, con mayor o menor convencimiento. El que más manda nos anuncia un largo camino lleno de dificultades hasta que finalmente el proceso culmine. Un largo camino a...

Las declaraciones que han acompañado la Gran Noticia recuerdan demasiado aquella letra de Serrat que, comentando el comportamiento de algunos tipos con los que tenía “ Algo personal” terminaba diciendo:

Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo
que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.



Me pregunto quiénes son esos encapuchados, como serán sus caras, qué gesto dibujan las arrugas sus rostros. Son héroes capaces de enfrentarse a la inercia asesina de una organización con más de mil crímenes en su historia para detener esa locura o sicarios capaces de activar una bomba lapa debajo del coche de cualquiera de nosotros si consideran un día de éstos que el gobierno no actúa conforme a su extraña forma de ver las cosas.
Por qué han tomado la reconfortante decisión de bajar el cañón. Será porque entienden que estaban en un camino sin salida, o porque quieren rearmarse. Qué podemos ofrecerles para que nos entreguen las pistolas de una vez. ¿Es posible encontrar un objetivo común?. Cuando desde ambos lados se refieren al inicio de “un largo proceso”, ¿ están hablando de lo mismo, se han fijado ya un punto de llegada aceptado por todos o deben empezar a buscarlo a partir de ahora ?

Cómo no desear con todas las fuerzas que todo salga bien, pero cómo fiarte de gente de trayectoria tan poco recomendable.
Quizá sean sentimientos tan encontrados los que te impiden pensar con claridad, escribir sin miedo, hablar sin desgastar palabras sagradas.
(...)
Que el dios de la perspicacia y la elocuencia ayude a nuestros gobernantes para que sepan encontrar las palabras precisas capaces de disolver uno de los últimos vestigios de fanatismo nacionalista de Europa.
Amén.

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martes, marzo 28, 2006

El Gran Farma.




Desde finales del siglo XIX en las naciones desarrolladas del mundo se generalizó sin apenas crítica la aplicación de la reglas del mercado al ámbito de la salud ( el Dolor, la Vida o la Muerte, el Sufrimiento). Mediante el concepto de “patente”, quien descubre una sustancia capaz de sanar, puede situarla en el mercado como otro producto más. En tanto más se acerque su efecto curativo al dolor o la muerte evitándolos, más alto será su precio en el mercado. Este negocio ha producido una poderosa industria que incrementa sus beneficios sin límite e influye en los gobiernos y las leyes. Detrás de esos dividendos se sitúa el holocausto de nuestros días: millones de personas mueren por enfermedades perfectamente conocidas y curables. No tienen dinero suficiente para pagar los medicamentos que necesitan.


¿Cómo es posible la coexistencia de los elevados beneficios obtenidos años tras año por el Gran Farma- como también se conocen a los gigantes del sector- y la realidad de un Tercer Mundo con millones de muertos a causa de enfermedades infecciosas perfectamente tratables?

“Se institucionaliza la tiranía de la grandes transnacionales mediante el ADPIC ( Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio) que son las que investigan patentes y fijan precios sin limitaciones. Un modelo que resulta operativo en el norte industrializado, pero cuyos costos son inasumibles para el Tercer Mundo(...) Lo que pocos esperaban hace una década es que el acceso de los países pobres a los fármacos iba a acabar convirtiendose en el asunto más controvertido de la agenda de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Andres Sánz autor de “Patentes. El monopolio de la salud”.

Según datos de Public Citizen Watch, organismo adscrito al Congreso estadounidense, los beneficios obtenidos por los cinco grandes Merck, Bayer, Roche, Pzifer y Glazo rondaron en el año 2003 los 500 mil millones de euros.
Ante las contínuas demandas para el abaratamiento, la industria argumenta que los precios son necesarios para realizar inversiones en investigación, pero múltiples estudios demuestran que gastan el doble en marketing .

Harvey Bale, Director General de la Federación Internacional de Asociaciones de Productos Farmacéuticos ( el honrado caballero de la foto) : “ El derecho a la propiedad intelectual y las actuales condiciones son irrenunciables”.
Según cifras de Intermón no menos de 14 millones de personas morirán en 2006 a causa de enfermedades como la malaria, el cólera o la tuberculosis.
(Datos y cifras extraídas de Antonio L. Romera en la revista After the Bell - www.atb-e.com-, Febrero 2006) .


Lo verdaderamente impresionante del rentable quehacer de ésta cuadrilla de asesinos es su capacidad para conseguir que su macabro mercadeo con el Dolor y la Muerte pase desapercibido. Cómo lo harán, cuánto dinero, cuántas complicidades, cuántos silencios. Tenemos delante de nuestras narices sus beneficios sin fin y la masacre diaria sobre la que se asienta y apenas lo percibimos .

"Everybody knows the war is over.

Everybody knows the good guys lost.

Everybody knows the fight was fixed: the poor stay poor, the rich get rich.

Thats how it´s goes.

Everybody knows."

Leonard Cohen.

viernes, marzo 24, 2006

MEME ( que querrá decir ésto).


CUATRO TRABAJOS QUE HE TENIDO:
Me han pagado por cantar en un pub, por ser soldado y sargento de infantería, por hacer reglamentos y leyes para Honduras y Bulgaria. Fundamentalmente me pagan por no soñar.

CUATRO LIBROS QUE HE DISFRUTADO RECIENTEMENTE-
Todo lo que he leído de Sador Márai: "La herencia de Eszter", "La amante de Bolzano" y el primero que más me impresionó "El último encuentro".
"El dios de las pequeñas cosas" emplea las mayusculas con rigor.
Mi gran hallazgo desde hace años ha sido Baricco del que espero con impaciencia su siguiente libro.

CUATRO LUGARES EN LOS QUE HE VIVIDO
- Villar del Pozo, mi mundo cuando era un chiquillo.
-Ciudad Real cuando era un muchacho
-En Madrid empecé a ser quien soy.
-En Huelva fui padre.
-En Sevilla cumplí cuarenta años y entonces supe que era hora de empezar a atar cabos.

CUATRO SITIOS QUE VISITO DIARIAMENTE
- Los ojos de mi gente.
-Las cuerdas de mi guitarra.
-Las palabras.
-Los cuatro sitios web que visito diariamente.

CUATRO SITIOS EN LOS QUE ME GUSTARÍA ESTAR AHORA MISMO
- En medio del mar ordenando el camarote de mi velero.
-En una mesa con amigos y buen tequila.
-Cantando enfrente de mil personas.
- En casa.

CUATRO DISCOS QUE HE DISFRUTADO RECIENTEMENTE
- Call off the search de Katie Melua.
-Cualquiera de Eva Cassidy
-Concert in the Park de Paul Simon
-Mozart The last concerto, 1791

CUATRO PERSONAJES QUE ODIO IRRACIONALMENTE
Ni un segundo en éste apartado.

CUATRO BLOGGERS A LOS QUE PONGO AHORA EN EL APRIETO
Acabo de aterrizar en éste universo: no sé si me lo perdonarán

Alicia, para que cumpla doble ésta vez.
Justicia Sevillana, que hizo el primer comentario en mi blog
El blog de Jesús Gª Calderón por razones orgánicas.
Una maruja en internet, que tiene toda la gracia.


(Cumplida tu petición "A pesar de mi").

martes, marzo 21, 2006

Capítulo Noveno.

Eran las tres y media de la madrugada cuando Ricardo se fue. Solo ya, delante del ordenador finalmente apagado, con la mente cansada después de los momentos de gran excitación que habían vivido escuchó el silencio de la habitación. Entre la niebla del humo y despues de inclinar levemente la botella de wisky para comprobar lo que ya sabía, abrió la ventana para ventilar auqella estancia y empezó a repasar mentalmente lo que había pasado.
" A quién se le ocurre ponerse a hablar haciendose pasar por una persona que está muerta y además metida precisamente ahí. Y por si fuera poco, con los wiskies que llevaba encima, coge el cuaderno que le acaba de enseñar donde anotaba los sitios donde había estado y la fechas y se pone a contar aventuras con todo lujo de detalles a no se sabe quién, al otro lado de la pantalla, que le escribía ‘ Josu , tu sigues tan fanfarrón como siempre y a tu bola’ y el Ricardo con los ojos encendidos dieciendole ‘ y qué tal las cosas por ahí, cómo sigue la movida del 11-S’, asumiendo la iniciativa en la conversación, como huyendo para adelante".
Habian estado comentando que en la subcarpeta "Documentos Internos" de la carpeta "Recibido Sin Leer", del disco duro, Quijares había encontrado catorce documentos que se referían al impacto que había tenido el 11S en el seno de la Organización. De la lectura rápida de los mismos había deducido que el terrible suceso que durante algunas horas le hizo pensar que se había acabado su estancia allí y que debería volver a España, había convulsionado los cimientos teóricos de la que ellos llamaban "lucha de liberación nacional". Después de una convocatoria urgente del Comité Ejecutivo, podía advertirse que habían abierto un debate que se coordinaba a través de una dirección de correo electrónico de uno de los miembros de la ejecutiva. Todos los textos eran correos dirigidos a esa dirección , que a su vez los reenviaba a algunos de los miembros más significativos, y en ellos planteaban duras críticas unos a otros. Lo que para algunos significaba el inicio de una era en que las contradicciones del sistema capitalista habian empezado a desmoronarlo y lacaída de las torres era solo una expresión externa de ese proceso, para otros era una masacre propia de fundamentalistas religiosos medievales que no tenían nada que ver con el capitalismo y del que ellos debían huir como de la peste.Si unos pronosticaban la caída de Bush y un giro radical a la izquierda en el electorado norteamericano, otros justo lo contrario, el reforzamiento del sentimentalismo fascistoide y patriótico, tan típico de aquellas tierras, y, lo que era peor el recrudecimeinto de la represión, lo que a ellos podía terminar afectandoles. Los autores de los documentos se dirigían epitetos poco cariñosos y todo indicaba que había una conmoción interior que estaba en esos momentos en plena ebullición. Como decía el desaparecido y titular legítimo del ordenador en uno de sus sarcásticos correos a algún correligionario que compartía su visión pesimista y descreída del mundo : "cuando hay un replanteamiento estratégico, quiere decir que alguien quiere un sillón y tiene fuerza para hacer que rueden cabezas". A Josu el Pirata no le interesaban las discusiones teóricas sobre las "Estrategias revolucionarias a principios del siglo XXI", como pomposamente titularon aquel foro. Lo que le procupaba es que, desde alguna de las intervenciones se proponían reuniones internacionales o acercamientos a otras organzaciones y, siempre que se habían montado contactos internacionales le había tocado más trabajo que el habitual .
"No sé si ha sido chorra o éste Ricardo es una cabeza privilegiada. Le acaba de poner en antecedentes por lo poco que yo había leído, enseñándole un par de textos como prueba de mis deducciones y, con eso y las notas del cuaderno había mantenido más de veinte minutos de conversación escrita sin que su interlocutar hubiera dado señal alguna de percatarse de lo que estaba pasando. La verdad es que no es fácil. Será acaso la lucidez que en momentos puede dar el wisky, o que la hipótesis de que al otro lado estuviera un impostor ni podía pasarse por su imaginación".
Cerro la ventana cuando notó que se estaba quedando helado mirando como un bobo el cenicero lleno de colillas y los folios de su cuadernos esparcidos por la mesa al lado de pequeño ordenador. " Maldito ordenador y maldito el momento que se me ocurrió traermelo a casa sin decir nada." Recogió los vasos y apenas segundos después, llegando a la cocina, cambió su pensamiento y sonrió." La verdad es que ha sido apasionante y hemos disfrutado como locos, para que nos vamos a engañar. Igual no fue tan mala idea.Qué jeta el Ricardo, cuando le dice ‘oye a mi que no me toquen las narices y que me dejen a mi rollo’. Y el otro le dice que se prepare que parece que le esperan momentos que va a hacer falta tirar de relaciones. Y el Ricardo metido en su papel completamente, le pregunta por la parienta y el otro le dice que bién, menos mal que no era gay, y que no se qué nombre de mujer raro, quiere hacerle una visita y el Ricardo le cuenta que pasa de esa tia, que es una pesada y que ahora tiene un rollo mejor y le sugiere que le ayude a quitarse de en medio la otra y su inminente visita".
Cuando se marchó Ricardo ninguno de los dos querían hablar de lo que había pasado. Quijares se había puesto nervioso y había exteriorizado su enfado saliendo de la habitación, aunque claro se quedó escuchando detrás de la puerta. Cuando acabó su conversación haciendose pasar por Josu, Ricardo se quedó con las manos en la cabeza y la frente apoyada en la mesa. Solo cruzaron una mirada. Quijares le reprochaba lo que había hecho y Ricardo asentía al comprender que quizás se había pasado. Por eso, se levantó y en silencio cogió su gabardina.
-" Bueno mañana hablamos". Ricardo pedía un tiempo muerto para entender que había hecho con la mente despejada.
-" Desde luego.Tenemos mucho que hablar, pero hay que pensar un poco lo que se hace", le repochó Quijares sin mucho convencimiento, al tiempo que el otro sin decir adios empezaba a bajar los escalones cabizbajo.

No podía conciliar el sueño confundido y excitado por lo que pudiera estar esperándoles detrás de la puerta que acaban de abrir . Se sentía mal por la última imagen de Ricardo que retenía en su mente , completamente abatido. No pudo aguantarse. Cogió el teléfono:

-" Ricardo".
-"Dime , dime"
-" ¿Te he despertado?".
-"No . No puedo dormir".
-"Por eso te llamo... Yo tampoco puedo dormir , pero, no te preocupes. No pasa nada."
-"Bueno ya veremos si pasa."
-"Tranquilo....No pasa nada, ya lo verás."
-"..."
-"..."
-"Venga ya hablamos...Pirata."
-"Vale. Gracias por la llamada."

Los dos sonrieron antes de intentar dormir un poco hasta que el despertador sonara.

lunes, marzo 20, 2006

Música.


Al amanecer suena una sinfonía perfecta. Poco a poco se van introduciendo sutilmente los intrumentos de la orquesta que ofrece su acorde genial y definitivo cuando el sol termina de asomarse y su luz abarca entera la total extensión de esa llanura inmesa que es la Tierra (dicen que es redonda, pero para eso hay que mirarla desde sitios imposibles). Si te acercas a la ciudad, la sinfonía de sonidos limpios y ordenados pierde su pureza y empieza a deshilacharse. Con el ritmo sin cadencia del tráfico y el murmullo subterraneo de angustias e impaciencias, es probable que puedas escuchar algo no muy definido parecido a Pink Floyd. Es entonces cuando entre las notas de la Canción De Un Día Cualquiera, se incrusta el rugido negro y metalico de los motores que escondidos debajo del asfalto hacen que funcione la ciudad. Desde hace unos años, mueve también la ciudad un chisporroteo de misteriosos microchips incrustados con mecanismos de altísima precisión en circuitos impresos de silicio. Desde su interior se ordenan sin error flujos de millones de palabras cruzadas entre infintos teclados de ordenador, poniendo en comunicación, entre otros, a una chica de Nueva Delhi y un jubilado de Villanueva de los Infantes. Desde allí nacen tanto versiones remasterizadas con ritmos sintetizados de Muñequita Linda o relajantes melodías inéditas del Nepal, bandas sonoras de esos besos y miradas virtuales que no existen en ningún lugar (como este blog que ahora lees).
Si hace buen día es posible escuchar una molodía country en el parque, un val en una fuente pública. En el mercado un hit-parade o copla, como antes se llamaba. El día se sabe explicar de mil maneras y, en ese momento estelar del mediodia se escuchan casi todas las canciones del mundo. Leonard Cohen los días lluviosos arrulla el sueño sintético de un poeta abandonado de todos y diagnosticado de transtorno asocial crónico en una clínica de reposo. En un cochecito con un bebe, el harpa o el sonido dulce del xilófono enebran una nana tristona y melodiosa, que sin embargo, bajo la luz del sol, solo el recién nacido sabe escuchar dejándose caer en un sueño sedoso de algodón caliente que, cuando quiere esfumase él retiene de la única manera posible: chupando con prisa el chupete hasta que logra sujetarlo de nuevo.
Canta Sinatra para todos los ricos del mundo y su voz acaricia las moquetas. Se esconde en sedas que rozan el cuello estirado y pecoso de todas la abuelas millonarias del mundo, que a esa hora se sientan en las mejores salas de espera de los bancos hasta que la puerta se abre y aparece el encantador Sub-Director, dispuesto a atenderla, "como Usted se merece, señora. "La verdad es que es usted tan amable, que después de tantos años , para mi es como de la familia." Fuera en la calle una danza nigeriana suena en los ojos negros y profundos de un inmigrante que se encontró de pronto con un billete de cinco euros, y mira asombrado como el coche que se aleja. En el interior del serie media familar suenan los Beatles detrás del paquete de clinex. Se escucha también una queja : "creía que tenía cambio".
Si te acercas al metro se empieza a escuchar algo de hiphop y rap mezclado con el Fari. Notas, gritos y letanías que penetran en el centro de la ciudad a rebufo del vagón, desde los barrios de las afueras. Con una caja de música y una guitarra eléctrica de ocasión, toca un holandes venido a menos, una versión torpe y aburrida del violinista en el tejado. Pero el metro es el mundo:allí puedes encontrar incluso la calma inspirada de Rasmaninov detrás de la mirada asustada de un recien ascendido a director de ventas en una empresa dedicada a barnices para suelos industriales.Y es que, si te fijas, lleva puestos los auriculares blancos de un artilugio de última generación en el que guarda sus tres mil seiscientas cuarenta y dos melodías preferidas.
Acordes y ritmos se van mezclando en una sola canción perfecta que habla de la Vida con palabras sencillas e inolvidables. Una canción bellísima que algún mendigo quizás pueda escuchar, con una lucidez plana e inútil, segundos antes de que vengan a recogerlo los servicios municipales.
Y cae la tarde y al mismo tiempo que la ciudad se oscurece y el rojo de los semáforos y los frenos de todos los coches adquiere un matíz intenso, como de carmín o fresa, suenan los primeros acordes de jazz. Al principio casi imperceptibles entre las mil melodias y ritmos del pop y del rock adolescentes que inundan el atardecer. Pero se va imponiendo poco a poco.Y cuando pasa la medianoche es ya la única música que mece el universo. El jazz es lo que queda de todo lo que se ha escuchado en la Tierra en el fragor del día pasado. Ejecutado por musicos de manos sabias, cansadas y libres que comparten el alma y no se sujetan a ninguna regla: se miran y empiezan. La voz de una mujer negra, gorda y a punto del trance rasga la oscuridad y expresa concetrada la alegría, la pena, el odio, el amor.Todos y cada uno de los hilos que tejen el tapiz enrevesado y colorido del alma humana. El humo y el wisky te nublan los ojos cuando un solo lento y desgarrado del pianista deja paso, agotado y confundido, al lejano sonido de una tuba.
Presientes entonces que pronto va amancer y que ya suenan los primeros compases cautelosos de una nueva sinfonía.

martes, marzo 14, 2006

Ya pasó.



Ocurrre solo una vez al año. Por eso tienes que estar atento y saber vivir el momento. Es una sensación íntima, personal ( tampoco nada del otro mundo). La verdad es que mentiría si te dijera que no te lo esperas. No es verdad. Sabes que va a pasar de un momento a otro, lo presientes, lo ves llegar, aunque no puedas concretar el momento preciso. Ese instante mágico te reconcilia con la Vida, te recompensa por el desconsuelo, la desazón del ánimo indefenso ante el inexplicable frio de un martes por la tarde, a finales de febrero. Sin aspavientos, tienes que disfrutarlo callada pero intensamente. Solo una vez al año no es mucho.Es muy poco. Puedes imaginar sin esfuerzo la cifra de ocasiones que tendrás, en los años que te quedan de estar aquí. Aunque intentarás no perderte la ocasión es probable que algún año estés lejos, o tu corazón no tenga la oportuna disposición para que tus ojos sepan ver lo que tienen delante. Mirar al pasar y sentir por dentro el gozo, casi el leve dolor, de saber que ya pasó, que otra vez ocurrió y puedes anotar en tu cuaderno el acontecimiento. Puedes sentirte agradecido por el detalle de buen gusto. Satisfecho. Nadie te puede arrebatar eso que ya tienes. Ahora serás un poco más sabio si sabes escuchar el consejo que se intuye en el instante que sucede.
Te cuento: vas caminando por la calle, vienes de cualquier sitio, vuelves a casa, la tarde de marzo es cada día más larga y un tipo joven, sin afeitar, desde detrás del volante te indica con los ojos que puedes cruzar, dos chicas con libros escuchan muy atentas lo que cuenta una tercera y en ese momento sale el camarero a la puerta de la calle. Quien sabe si esperaba a alguien o las vio pasar y no quiso perderselo.

Entonces hueles y sabes que llegó ese momento.
Miras y ahí está. Ha florecido el azahar.
Ya.

lunes, marzo 13, 2006

Capítulo 8.

Husmear en un ordenador personal es una satisfacción para la curiosidad malsana que todos tenemos escondida en algún sitio de nuestros deseos ocultos, aunque nos cueste reconocerlo. Cuando el ordenador es de alguien que pertenece a una organización de interés policial de primer orden, como era el caso, la sensación para los ojos de un inspector de policía es casi lujuriosa. En éste caso, además el ordenador albergaba la vida entera de su propietario. Joseba Artiagategui había estado viajando durante los últimos diecisiete años de su vida por todo el mundo, sin permanecer en el mismo sitio más de tres meses. Dentro de la organización era considerado como un tipo extraño, heterodoxo. Su perfecto conocimiento del inglés le había situado en una posición privilegiada en el ámbito de las relaciones internacionales. Pero su carácter solitario y aventurero le había llevado a provocar situaciones incómodas. Era difícil dejar de contar con él dada su antigüedad, pero ni siquiera él mismo quería ejercer el poder que sus contactos, su experiencia y su profundo conocimiento de los entresijos de poder en la cúpula, le otorgaban. Le gustaban los viajes más que nada en el mundo y su único interés era establecer los contactos más variopintos. A sus correligionarios les molestaban sus prolongadas desapariciones, en las que durante meses dejaban de tener contacto con él .Pero desde la caída de la Unión Soviética , esos contactos “exóticos” o “underground”, que “Josu el Pirata” adoraba, habían sido decisivos para poder abastecer de armas y municiones a sus correligionarios. Por eso, de alguna manera, tenía patente de corso y podía permitirse ir por libre en aquel grupo humano que por razones obvias estaba herméticamente cerrado a todo lo que proviniera del exterior. Por todo eso, podía decirse que su ordenador era su casa sin que la frase fuera una metáfora o una exageración. Dentro de aquella pequeña maravilla de la informática, con acceso inalambrico a internet, todo tipo de sistema de comunicaciones y capacidad en el disco duro para guardar la historia del mundo en fascículos, se alojaban muchísimos más objetos personales que en la casa que habitada. Vivía en un viejo apartamento lleno de humedad, parcialmente amueblado, en el que sólo utilizaba una habitación y la cocina. Junto a un armario ropero desvencijado, sobre una mesa con un pequeño flexo encontraron aquel ordenador portátil que empezaba a marcar la vida del Inspector Quijares. Después de tres días dando un vistazo general a archivos de texto, correos, fotografías, videos y las músicas más diversas, Quijares se dio cuenta del gran interés que todo aquello podía tener para la policía española dedicada a luchar contra el terrorismo. Aquel pensamiento le hizo sentirse mal. Estaba en un mar de dudas. Por un lado sabía que , después de la primera reprimenda por haber ocultado el hallazgo, todos le agradecerían la gran cantidad de información que podían extraer de allí. Por otra parte, se sentía muy lejos de sus jefes y sus oficinas y le fastidiaba profundamente dejar escapar aquel manjar. Buscó un término medio: aguantaría sin decir nada hasta que encontrara alguna información realmente útil de forma directa e inmediata o hasta que los del Servicio de Inteligencia le visitaran , tal como le había anunciado su , cada vez más amigo Ricardo Estables. No desveló a nadie su secreto y cada día, después de llegar a casa y cenar algo, se asomaba a la personalidad de aquel hombre que perdió la vida en la vieja carretera de Mostar con una pistola en la mano y al que nadie vino a enterrar. La fecha de los archivos, la mayoría de los años anteriores comprimidos, permitía seguir el rastro cronológico de un hombre que debía vivir en los aereopuertos. Las fotos y sobre todo su costumbre de firmar los correos electrónicos con la fecha y el lugar desde donde los escribía, como si del texto de una carta tradicional se tratara, permitía establecer un cierto itinerario y situar al viajero. Quijares tuvo que adquirir un cuaderno de anillas , de toda la vida y empezar a anotar datos para no perderse. En la libreta de direcciones podían encontrarse nombres en todos los idiomas. En el primer rastreo de las fotografías pudo comprobar el buen gusto en la elección de las compañías femeninas, de las que guardaba imágenes como una colección, que tomaba inmediatamente después de haber cobrado la pieza. Quijares sonreía viendo aquellas fotos de mujeres cubriéndose con las sábanas , regalando al fotógrafo una sonrisa como recompensa por su buen hacer. Intentaba descubrir en aquellas fotos datos accesorios en las pareces, en los adornos, que le permitieran deducir algo del lugar donde se hicieron. Pero las sábanas arremolinadas eran siempre similares. Sin embargo el color de la piel o los ojos rasgados de la modelo, acreditaban la condición de cazador cosmopolita, de aquel hombre que empezaba a ser para Quijares una especie de obsesión.
La tarde del siete de noviembre habían quedado para cenar todos los habituales del grupo. Al final, para la última copa solo quedaron Quijares y Ricardo Estables. Ricardo empezó a sincerarse con quien poco a poco era el hermano mayor que nunca había tenido y el tema era interesante: Colleen, la médico irlandesa de color que trabajaba para una ONG francesa le había invitado a su apartamento una noche de la semana anterior y cuando Ricardo pensaba que empezarían a sonar los violines ella rompió a llorar desconsoladamente. Le contó una historia tristísima de su familia y el poeta, guitarrista, jefe de la guardia de la embajada, vio amanecer con aquella pobre mujer en sus brazos empapándole la camiseta de lágrimas. Ricardo sabía contar las cosas y la conversación prometía. Quijares ofreció su casa para la última copa. El Inspector, que noche tras noche vivía momentos emocionantes en la soledad de la madrugada, sabía que sería difícil mantener el secreto del ordenador y de la fuente inagotable de información que allí tenía. Aquella noche la ginebra, el humo de los cigarrillos rubios y las confidencias de viejas aventuras con mujeres, disolvieron todas las barreras de seguridad y se acabó el secreto. Ricardo le juró silencio complice y finalmente acabaron los dos examinando los misterios que escondía aquel disco duro.
- “Me parece que te has metido en un buen jaleo”. Después del entusiasmo inicial, a Ricardo le había salido de pronto la formación propia de la Guardia Civil, el sagrado cumplimiento del deber y le parecía inaceptable mantener en secreto todo aquello sin ponerlo en conocimiento de sus superiores.
- “No me digas eso...”. Quijares necesitaba el apoyo de alguien que le quitara el cargo de conciencia que de vez en cuando, en oleadas, le hacía pasar malos ratos. Creía que Ricardo iba a estar de su parte y se sintió inseguro y decepcionado.Se arrepintió de haberle hecho la confidencia.
- “No se como se te pudo ocurrir quedarte con esto...y empezar éste extraño juego...” Ricardo le miraba con cara de sorpresa y cierta admiración. De alguna forma él también se sentía lejos de su casa, de la Academia, de las reglas tajantes que les habían enseñado. Y empezó a comprender la pillería del viejo policía que no pudo evitar caer en la tentación y hacer lo que sabía que nunca debía haber hecho.

En un momento de silencio entre los dos, un sonido como el que hace una piedra al caer en el agua, procedente del ordenador, les avisaba dse que alguien había aparecido en la pantalla iniciando un chat en el Messenger. Se miraron asustados. Cuando Quijares se disponía a apagar el ordenador con movimientos lentos , como si realmente alguién pudiera verle desde el otro lado de la pantalla, Ricardo cambiando bruscamente de actitud, con gesto tenso, mezcla de entusiasmo y de concentración, como un corredor de rallies que fuera a tomar la curva más peligrosa, se adelantó y le apartó violentamente. Entonces tomó aire y apretando los labios se puso a teclear :
..............esukal_14 estas ahí???
............esuskal_14 Josu, puedes concetar????????

............pirata1280.---Qué tal va todo?
............euskal_13.---Hombre...ya era hora tío ¡ Donde te metes?
............pirata1280.---Sigo donde estaba
............euskal_14.---y...salió por fin eso?
............pirata1280.---No. Se fue todo al traste en el último momento.

Quijares no podía dar crédito a lo que sus ojos estaban viendo.

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